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Historias del día de San Patricio: cómo y por qué el DeLorean de Regreso al Futuro se acabó fabricando en Irlanda del Norte

El DeLorean DMC-12 se ha convertido en un auténtico icono del automovilismo e incluso ha traspasado la barrera del conocimiento popular para erguirse como un icono pop, principalmente por su presencia en la trilogía de “Regreso al Futuro”. DMC, DeLorean Motor Company, la firma tras el DeLorean fue una marca de corto recorrido, cargada de curiosidades, con una alborotada historia… una historia perfecta para un día de San Patricio como hoy, ¿Por qué? ¿Qué tiene que ver el día de San Patricio en esto? El peculiar deportivo de alas de gaviota se nacía en la convulsa Irlanda de Norte de los años 80 y no se nos ha ocurrido una mejor fecha para rendirle homenaje…

Una serie de catastróficas desdichas… del conflicto armado entre cristianos y protestantes al tráfico de drogas, problemas con las calidades y un motor de poca potencia…

La historia de DMC nos lleva en primera instancia hasta Michigan, donde John DeLorean, un carismático ejecutivo de General Motors, fundó la compañía, para dar el salto desde Michigan hasta una Irlanda del Norte de finales de los 70 y principios de los 80 donde se daría forma a la planta de montaje de la compañía, con una producción que daría comienzo en 1981.

¿Por qué fabricaba DMC los coches en Irlanda del Norte? Debemos tener en cuenta que en aquella época Irlanda del Norte estaba sumida en un cruento conflicto armado entre los unionistas e independentistas, entre protestantes y católicos. Disturbios, barricadas, coches bomba, un enorme malestar social y económico, el IRA… y claro, en medio de este caldo de cultivo de violencia el gobierno británico quiso arrojar algo de luz favoreciendo la creación de empleo para reducir así el malestar y la violencia en las calles. El gobierno británico daba crédito a DMC a cambio para poder exportar los coches.

La inexperiencia de los trabajadores de la planta de montaje de Dunmurry (con una entrada para protestantes y otra para católicos) llevó a que los primeros DeLorean DMC-12 tuvieran ciertos problemas de calidad que eran posteriormente subsanados en California, Michigan y Nueva Jersey, donde DMC tenía unos centros de post-producción, de gestión de calidad, desde donde se mandaban a los concesionarios.

El proteccionismo del gobierno de Thatcher acabó con su producción en Irlanda del Norte y las bajas ventas (tras el éxito inicial) acabaron con su vida tras «mudarse» a Detroit

Tras estos primeros pasos, un año después de iniciarse la producción (algo de más de 9.000 unidades producidas) y en un gesto proteccionista del gobierno británico de Margaret Thatcher a su industria automovilística, se fijó un nuevo impuesto para la exportación de los coches de la empresa de John DeLorean que además de acabar con las subvenciones que habían promovido su presencia en Irlanda llevó a DMC a establecer una nueva planta en Detroit, en 1982.

La caída de las ventas producida en ese mismo año y el arresto de John por tráfico de drogas firmó la sentencia de muerte de la compañía. Por suerte y gracias a los nutridos grupos de seguidores de este modelo, tan mítico por su aparición en Regreso al Futuro”, por todas las curiosidades que lo rodean, por su turbulenta y corta historia… desde finales de 2016 puedes reservar uno totalmente nuevo en la web Delorean.com y durante los últimos años no han faltado compañías dispuestas a surtir de piezas a aquellos propietarios que necesitaran algún repuesto.

Diseñado por Giugiaro contaba con un V6 de… sólo 130 caballos

John DeLorean recurrió a Giorgetto Giugiaro para dar forma al diseño del DMC-12, que cuenta con la particularidad de lucir una carrocería hecha en paneles de acero inoxidable en bruto, sin pintar. Su motor estaba desarrollado por Peugeot, Volvo y Renault y erar un V6 de 2.85 litros de 130 caballos y poco más de 200 Nm de par situado en disposición trasera. Renault se encargaba de la transmisión, que podía ser automática o manual.

Su precio de venta era de 25.000 dólares, con aire acondicionado, elevalunas eléctricos, tapicería de piel… y claro, sin posibilidad de escoger el color de su carrocería y con sólo dos colores difrentes para su habitáculo: gris o negro (¿un guiño a la situación de la IrLanda del Norte la época?).

Un diseño avanzado, muy atractivo, con ese morro en cuña, la caída de su techo, con esas puertas de apertura vertical, futurista, con ese acero al descubierto, ligero (poco más de 1.200 kg)… pero desgraciadamente con un nivel de potencia muy reducido, por si no era suficiente con todos los problemas presentes alrededor de su producción… una pena que Regreso al Futuro llegara unos pocos años después del fin de DMC… quizá el éxito de la película hubiera salvado a la compañía.

Anuncio original del DeLorean DMC-12

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