Has leído bien, son más de 100.000 caballos de potencia. Esa cosa verde y enorme con gente asomada a su barandilla es un despropósito de motor MAN que se fabrica en China y que tiene como objetivo impulsar super buques de carga.
El nombre impronunciable para un motor que busca resolver un problema que todos conocemos
Este bichaco se llama MAN B&W 12G95ME-C10.5-LGIM. Es un motor de 2 tiempos que alcanza su máxima potencia a «solo» 80 revoluciones por minuto. ¿Qué problema trata de solventar? Las malditas emisiones, cambiando el diésel por metanol.
Tu coche de 2006 es el malo, pero el transporte marítimo representa un 3% del total de emisiones mundiales y, al paso que vamos de tanto pedir por Amazon, subirá hasta un 17% para 2050 según previsiones.
¿Qué sabemos del motor gigante MAN?
Este nuevo motor se debería haber entregado en junio de este mismo año, siendo el primero de 12 destinados a dar movimiento a 12 buques portacontenedores con capacidad de 24.000 contenedores de 20 pies cada uno.
Estos motores son de 2 tiempos turbo y emplean inyección de gas líquido de metanol para desarrollar 82.440kW a 80 rpm (unos 112.123CV de toda la vida, menuda burrada). Igual que a tu coche, también le han metido un sistema de recirculación de gases de escape de dos etapas(EGR), siendo el más grande jamás instalado en un motor de 2 tiempos.
En vistas a ese 2050 con las rutas marítimas llenas de barcos echando humo, el empleo de metanol, según dice MAN Energy Solutions, nos debería llevar al ansiado «Cero emisiones netas» que se está buscando en todas partes.
La otra cara
Este combustible no es nuevo y lo consiguen a partir de fuentes renovables. El metanol es atractivo porque, en materia de emisiones, logra una baja densidad de carbono.
Sin embargo, a la mayoría de estos motores que emplean metanol se les llama «bifuel» o «multifuel», porque cuando no operan con metanol, siguen operando con combustible convencional. En este caso, diesel.
La cosa se centra entonces en que el llamado combustible verde, «contrarresta» lo que emite el combustible «sucio». Además, el que utilicen ambos combustibles indistintamente o incluso mezclados permite una transición gradual hasta que el metanol logre una mayor infraestructura, permitiendo que el buque siga trabajando adaptándose a la disponibilidad del combustible y las condiciones operativas del momento.






