Normalmente los coches no son buena inversión -pierden valor con el tiempo-, pero con ciertos modelos ocurre todo lo contrario. Sobre todo si hablamos de Ferrari. Nos gustará más o menos, pero muchos clientes utilizan sus Ferrari como inversión y Carlos Sainz Junior está en ese grupo. Se compró su primer coche hace apenas tres años, pero está creando una colección siguiendo un consejo financiero que le dieron.
Sainz Junior no es gran fan de los coches de calle
Carlos Sainz pilota actualmente para Williams, pero anteriormente estuvo en la Scuderia Ferrari. Durante su etapa como piloto de Ferrari, Sainz se compró su primer coche: un 812 Competizione. Hasta entonces había estado utilizando los coches de empresa o el Golf GTI que le compraron sus padres cuando se sacó el carné.
No es que no pudiera permitírselo, pero Sainz no es un gran fan de los coches de calle. Con esas palabras lo ha reconocido en una reciente entrevista en El Partidazo de la cadena COPE. El piloto madrileño reconoce que los superdeportivos son tan rápidos y potentes que «no merece la pena conducirlos por la calle». Eso sí, hay una buena razón -económica- para aumentar su colección.
Los Ferrari siguen estando muy presentes en su vida… Como inversión
Alguien, seguramente conocedor del mercado, aconsejó a Sainz que invirtiese en modelos especiales de Ferrari. «Me dijeron que era un buen negocio, muy buena inversión, sobre todo las ediciones limitadas de Ferrari, que suben mucho de valor. Así que, en vez de tener el dinero invertido en el banco, prefiero tener un dinero apartado en coches de colección que espero que, a la larga, me den beneficio». No seremos nosotros quienes defendamos la especulación con coches, pero a estos niveles está a la orden del día.
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De momento, la colección de Ferraris de Sainz incluye tres modelos especiales: un 812 Competizione, un Daytona SP3 y un SF90 XX con el que se dejó ver hace unos días en Mónaco. Todos ellos son de color gris mate oscuro (probablemente Grigio Silverstone Opaco o Grigio Caldo Opaco) con detalles en rojo, y están personalizados con el programa Tailor Made de Ferrari, reservado a los clientes más especiales. En «1 año o 1 año y medio» le llega el cuarto, probablemente un F80 -el sucesor del LaFerrari-.
Su coche de diario es un Ferrari Purosangue
Sainz pasa tanto de los coches de calle -o eso dice- que no se preocupa demasiado de los detalles técnicos. Del SF90 XX dice que «cree» que tiene más de 1.000 CV. Está en lo cierto, concretamente son 1.030 caballos, que se consiguen combinando un motor V8 biturbo de 797 CV y tres motores eléctricos que aportan 233 CV.
Su coche de diario es un Purosangue, el SUV de Ferrari. «Los otros Ferrari ni los uso», reconoce el piloto madrileño. Del Purosangue destaca que tiene buen maletero y dos asientos traseros, así que puede hacer vida normal con él, llevar los palos de golf o subir a varios amigos en el coche.






Madrid no es ciudad para coches de lujo
Del Purosangue también valora la discreción. Obviamente, a ojos de cualquier entendido, el SUV de Ferrari llama fácilmente la atención. Pero para la mayoría de la gente pasa más desapercibido y es un SUV bastante normal. Sainz tiene sus coches entre Mónaco y Madrid, pero reconoce que en Madrid sólo los saca «a veces» para darse una vuelta por la sierra.
«Creo que Madrid no es una ciudad de coches de lujo», y aquí tenemos que darle totalmente la razón. Ni siquiera en las zonas más caras de la capital uno llega a ver los coches que se ven, por ejemplo, en Londres. «A mí personalmente no me gusta llamar la atención, prefiero dejarlos [los Ferrari] aparcados». Así, de paso, mantiene muy bajo el kilometraje para que valgan más en el futuro.






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Fuente: El Partidazo de COPE