ESPACIOS
Cerrar CERRAR

Cómo transformar una bicicleta en eléctrica usando sus frenos de disco

Las bicicletas eléctricas, junto a los patinetes eléctricos, se están convirtiendo en tendencia en los últimos años. Y es que eso de que tu bici te ayude a pedalear y a subir por una cuesta pronunciada, no tiene precio. Hay personas que no quieren renunciar a una bici convencional por comprarse una eléctrica, pero con este kit de conversión puedes tener lo mejor de los dos mundos. 

Un kit de conversión para bicicletas diferente a los demás

Decimos que es diferente porque este kit se acopla al freno de disco de la rueda trasera. Es un dispositivo, llamado Skarper, de 4 kilos que cuenta con el motor, la batería y los componentes eléctricos que permitirán convertir la bicicleta en eléctrica.

Este aparato actúa sobre una sección del disco más cercana al buje, no sobre el freno, para utilizarlo el ciclista tendrá que utilizar el rotor de disco de Skarper en lugar del suyo propio. Instalarlo no es nada difícil, con un solo click lo tendremos puesto en nuestra bicicleta. 

Características de Skarper

Lo primero que hay que destacar es que le motor solo cuenta con 250 W, pues en Europa hay restricciones en cuanto a cuánta velocidad puede ir una bicicleta eléctrica, pudiendo alcanzar como máximo lo 25 kilómetros por hora. 

Por otro lado, la autonomía eléctrica que nos ofrece con una sola carga este kit es de 30 a 50 kilómetros, dependiendo de la potencia que seleccionemos. La carga completa tarda 2,5 horas, pero la marca asegura que con tan solo 30 minutos de carga, ya tendremos una autonomía de unos 10-15 kilómetros. 

Es importante saber que no tendremos acelerador, por lo que habrá girar los pedales para que le motor se encienda y nos asista en nuestro pedaleo. Y por supuesto, no debemos esperar la asistencia más potente del mundo, aunque sin duda nos ayudará a subir por cuestas pronunciadas con menos dificultad que si fuésemos pedaleando nosotros.

Un poco caro para una bicicleta eléctrica

Lo peor de todo probablemente sea su precio, ya que cuesta alrededor de 1500 euros. Una bicicleta eléctrica, según la que compremos, cuesta bastante menos, por lo que podría no merecernos la pena comprar este kit.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que este kit podemos ponerlo y quitarlo las veces que queramos. Eso supone usar la bicicleta en modo eléctrico o en modo convencional, según lo que queramos hacer. Es decir, no tenemos que hacerle modificaciones irreversibles. 

Además, es un dispositivo que no es demasiado grande, podemos llevarlo en nuestra mochila si vamos a hacer una ruta larga. Así, si a la vuelta nos notamos cansados, siempre podremos acoplarle el motor eléctrico, de esta forma no nos costará tanto llegar a casa.

Y como es tan pequeño, no supone un cambio demasiado grande en nuestra bici, el aspecto visual no es feo, es más, casi pasa desapercibido. Pero como decimos, tendrás que pensar bien en si de verdad vas a usar tu bici sin electricidad, porque si no es así, lo mejor es que te compres una bicicleta eléctrica directamente porque vas a ahorrarte mucho dinero. 

Cargando...