Si hoy día los coches tienden a pesar más y más, antes se seguía la filosofía de «quítame un kilo antes de darme un CV». Pues eso es lo que hicieron con el coche que te presento hoy, que une un chasis brillante con uno de los mejores motores fabricados por Audi/Volkswagen: El Zender 30-7. ¡Observa sus detalles en las fotos de la galería!
Zender 30-7, un mini descapotable peleón
Antes de hablar de la marca o contar el origen de este coche, aquí están sus especificaciones. Mide 3707mm de largo por 1720mm de ancho. Su altura es de 970mm y la distancia entre ejes 2300mm. Las medidas tan contenidas se justifican gracias al chasis empleado como base.
Usa un chasis monocasco de Lotus Elise con perfiles de aluminio y barras antivuelco integradas. Eso, sumado a una carrocería de plástico reforzado con fibra de vidrio (PRFV), resulta en un peso de solo 850kg. Cualquier motor haría divertido un bajo peso como este, pero creo que el elegido para la ocasión es más que acertado. Te cuento abajo.
El motor Volkswagen del Zender 30-7 y sus especificaciones
Se trata de un motor 1.8T gasolina de Volkswagen/Audi, el archiconocido y potenciable motor turbo que se ha usado en todo el mundo para multitud de proyectos de aficionados y profesionales.
Para esta ocasión rinde 240CV y 340Nm de par, quedando asociado a una caja de cambios de 5 velocidades que manda la potencia a las ruedas traseras para marcar el 0-100km/h en 5,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 240km/h.
Unas cifras impresionantes para el año en que este coche se estrenó ante el público (algo me dice que intuías que no es un coche moderno). Era 1999 y el orgullo de semejantes cifras hizo que esta maravilla luciese su motor central transversal por fuera del capó y ligeramente desplazado hacia un lateral. ¿Por qué no?
Tren de rodaje y diseño
El coche utiliza suspensión independiente en las 4 esquinas con discos ventilados de 290mm delante y 282mm detrás. Equipa un freno de mano hidráulico y calza unas llantas de aleación de 8,5″ de ancho por 17″ delante y 18″ detrás.
El diseño es atrevido, como el de cualquier prototipo. Destacan los grupos ópticos delanteros, conformados por dos faros redondos situados uno encima del otro y una barra longitudinal para los intermitentes. La unión del panel de las puertas con las aletas traseras se aprovecha para crear unas entradas de aire al motor que también ocultan los tiradores de apertura.
El retrovisor central con forma asimétrica colocado sobre el parabrisas dejará un poco desconcertado a cualquiera que tenga algo de TOC, pero luce en conjunción con el mencionado motor al descubierto de la parte trasera que, igualmente, tampoco hace gala de simetría. Es curioso cómo han ubicado en él la tercera luz de freno, pero eso queda empañado por el extraño paragolpes trasero lleno de protuberancias con una salida de escape central.
¿Qué marca es Zender y de dónde sale?
Un tipo alemán llamado Hans-Albert Zender fundó la empresa en 1969 con solo 23 años. Fabricaba accesorios deportivos para coches con el nombre de HAZ (acrónimo de sus iniciales). Aunque no pertenecía a la industria automotriz ni se formó en ella, sus capacidades no pasaron desapercibidas. Comenzó haciendo butacas personalizadas para coches de carreras con el mismo material que del que está hecha la carrocería de este Zender 30-7. Y lo hacía a mano en el garaje de su novia.
Más tarde amplió sus productos. Guardabarros, aletines, spoilers, etc. La empresa comenzó a crecer y trabajaban para unos 20 fabricantes de automóviles de renombre. Cabe destacar que Walter de Silva fue uno de los diseñadores de Zender, antes de ser diseñador jefe en Alfa Romeo, Seat, o Audi.
Para remarcar las capacidades de la compañía, Zender construyó una serie de vehículos conceptuales. El biplaza motivo del presente artículo fue uno de ellos. Como celebraba el 30 aniversario de la empresa y fue el séptimo estudio/proyecto, recibió esas siglas: 30-7.