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Matrículas personalizadas, una excelente idea desaprovechada en España

Todos seríamos más felices si las matrículas personalizadas fueran legales, os lo aseguro. En España, desde que existen vehículos en circulación, jamás se han permitido las placas personalizadas. Además, siempre han ido en orden cronológico, incluso cuando estrenamos los actuales cuatro números y tres letras. Es muy diferente en países como Estados Unidos, donde las placas tienen una combinación aleatoria de números y letras, permitiéndose las placas personalizadas. ¿Por qué no se permiten en España? ¿Por qué son buena idea?

Es un caso curioso el estadounidense. Durante un tiempo viví en EE.UU., y tuve que comprarme un coche. Cuando lo fui a matricular en el estado de Nueva Jersey – era de otro estado – me preguntaron si quería ponerle una matrícula personalizada. En el caso de Nueva Jersey, el coste era de 200 dólares. Además, podía escoger un fondo diferente para la matrícula, con un eslogan diferente al clásico «Garden State». En su momento me quedé con la matrícula convencional por una cuestión meramente económica.

Pero era habitual ver circular coches con matrículas personalizadas. Por ejemplo, un conocido llamado Robert, que conducía un Chevrolet Corvette ZR1 de los años 90, tenía en su matrícula «ROB ZR1». Era una especie de juego para mí el ir buscando matrículas personalizadas, algunas de ellas realmente inventivas. Otras eran absurdas y otras directamente surrealistas: recuerdo estar de visita en Washington DC y ver un Hyundai Veloster en cuya matrícula podía leerse claramente «BACHATA». Como podéis ver, no era broma.

¿A dónde quiero llegar con esto? A que las matrículas personalizadas son una solución win-win para Gobierno y automovilistas. A los conductores les permite expresar un mensaje, o simplemente darle un toque más personal a su coche. Para el Gobierno – o la DGT en nuestro caso – sería una buena fuente de ingresos, que quizá podrían destinarse a reparar nuestras carreteras o aliviar la presión de los radares. ¿Estarías dispuesto a pagar 150 o 200 euros por tener una matrícula personalizada en tu coche o moto? Yo sí.

El ejemplo británico y estadounidense

En algunos países europeos ya se permiten las placas personalizadas. Reino Unido es el ejemplo más claro. La administración de tráfico realiza incluso subastas de numeraciones «calientes». Si alguien quiere personalizar su matrícula, entra en la web de la Driver & Vehicle Licensing Agency, y consulta cuánto le costaría. Daniel Seijo ha explicado el proceso en un artículo a fondo, por lo que simplemente repasaré las conclusiones: Reino Unido – y también EE.UU. – obtienen una gran fuente de ingresos a partir de la venta de matrículas personalizadas.

En Reino Unido se han llegado a pagar cientos de miles de libras – incluso millones – por matrículas como «F1».

Además, ambos países permiten la compraventa de matrículas entre particulares, en una transacción privada. En España las matrículas van asociadas al vehículo y son intransferibles. La subasta pública de matrículas, existente en Reino Unido, es especialmente interesante, y es extremadamente lucrativa para el erario público. Si alguien está dispuesto a pagar 300.000 euros por tener una matrícula única, ¿quién se lo va a impedir? Es un verdadero win-win del que nos España se queda completamente fuera.

¿Y qué pasa en España?

Sería una medida muy interesante. Exigiría una cierta adaptación por parte de las administraciones públicas, y se tendrían que adaptar los sistemas informáticos de tráfico, pero no requeriría mucha mayor inversión. Por supuesto – y como ya ocurre en otros países – se prohíben las matrículas con mensajes ofensivos o soeces, pero esto aún deja mucho margen de maniobra. Lo más que se puede hacer en España es rematricular nuestro coche – sin ningún beneficio práctico – o matricularlo como histórico si tiene más de 25 años.

Más allá de placas acrílicas, en España tenemos muy pocas opciones de personalización.

Por supuesto, habría cierta picaresca entre particulares si se permitiese la compraventa de matrículas: ¿cuánto tardaría alguien en comprar una matrícula «caliente» y revenderla a un precio superior? Pero por otra parte, así funciona el libre mercado, y si alguien se lucra con ello, bienvenido sea. Todas estas operaciones estarían gravadas por Hacienda, que obtendría ingresos en cada transacción. Lo mismo con las subastas: ¿cuánto pagaría Cristiano Ronaldo por una matrícula «CR7» para su último Ferrari?

Desde aquí animamos a quién nos esté leyendo en la DGT a implantar un sistema así. Aunque se pierda la referencia de matriculación histórica del coche – a simple vista al menos – las matrículas personalizadas podrían seguir conviviendo con las matrículas convencionales y como es lógico, todas las transacciones quedarían recogidas en Tráfico, permitiendo una trazabilidad de la edad y número de dueños del vehículo. Realmente no veo qué inconvenientes podría tener la implantación generalizada de matrículas personalizadas.

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