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Volkswagen Hover Car: imaginación sin límites en una Aspirina flotante

Volkswagen está publicando los resultados de su proyecto People’s car («Volkswagen» en alemán o «coche de la gente» en español), una convocatoria en la que infinidad de ideas de diseñadores anónimos tuvieron cabida para intentar imaginar, entre todos, el vehículo del futuro. La imaginación ha llegado tan lejos que incluso las ruedas se han quedado fuera en algunos de los conceptos, como el Hover Car, que Volkswagen nos presenta ahora en un simpático vídeo de animación por ordenador.

Es capaz de levitar sobre el suelo, conducirse solo, maniobrar en espacios imposibles y prácticamente evitar cualquier situación de riesgo

El vehículo en cuestión es capaz de levitar sobre el suelo, conducirse solo, maniobrar en espacios imposibles y prácticamente evitar cualquier situación de riesgo para sus pasajeros. Eso sí, Volkswagen no aclara el medio de propulsión ni termina de detallar si la levitación se vendría abajo ante un cambio puntual en la composición mineral del suelo. Pero es una chulada digna de la mejor ciencia-ficción.

En esencia, el vehículo es técnicamente imposible, con lo que parece más inteligente centrarse en el concepto, de una forma abstracta, para intentar entenderlo y sacar de él lo que Volkswagen ha visto de especial en este derroche imaginativo.

Su cualidad más llamativa es, probablemente, la levitación

Su cualidad más llamativa es, probablemente, la levitación. El vehículo se desplaza a varios centímetros del suelo, por lo que no tiene ruedas y, aunque esto no sería posible en las carreteras actuales, sí lo sería si los vehículos circulasen sobre carreteras magnéticas construidas al efecto como ciertos trenes que, de hecho, ya existen. La gran ventaja de este sistema sería la eliminación de la rodadura (mecanismos, ruído, vibraciones, desgastes y resistencia al avance).

Acorde con la falta de ruedas, la forma del vehículo volador recuerda a una Aspirina gigante, careciendo de capó o maletero, reduciéndose a la mínima expresión en longitud, otra ventaja entre el tráfico. A partir de aquí, su maniobrabilidad y su capacidad de estacionamiento se multiplican, pudiendo girar sobre sí mismo sin moverse del sitio.

Toda su complejidad técnica se traduce para el usuario en una gigantesca simplificación

El control de movimientos se realiza únicamente a través de una especie de joystick de control omnidireccional, que aporta amplitud, comodidad, ergonomía y seguridad con respecto al tradicional y peligroso volante. Nuevo ahorro en pedales, airbags y mecanismos, en beneficio de un control electrónico unificado.

El vehículo es verdaderamente minimalista y toda su complejidad técnica se traduce para el usuario en una gigantesca simplificación: dos asientos y un mando. Me atrevería a decir que es esta cualidad maravillosa de sencillez extrema y supresión de elementos lo que ha enamorado a Volkswagen, al más puro estilo Apple.

En definitiva, una original propuesta de una joven diseñadora china, que la marca aprovecha para homenajear a lo grande. Supongo que así se construye el futuro.

Fuente: Carscoop
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