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Navegación en ferry: cuando la propulsión eléctrica tiene mucho sentido

Para algunos lobos mesetarios, como el que suscribe, el ferry es un medio de transporte poco común. Pero este tipo de transbordadores resulta realmente útil, a veces imprescindible, para establecer líneas de conexión entre islas, cruzar ríos y en general vencer las barreras de la naturaleza por un medio acuático. El ferry es algo más que un barco de recreo, y eso lo saben muy bien los países nórdicos, muy concienciados, por cierto, con la sostenibilidad y la reducción de emisiones de CO2. De ahí que estén siendo los principales impulsores del ferry eléctrico.

Hace unos años ya os hablábamos del primer ferry eléctrico que utilizarían en Noruega para las visitas a los fiordos, uno de los mayores espectáculos de la naturaleza y un espacio que, en los tiempos del calentamiento global, merece especial cuidado y preservación. Sus vecinos, los suecos, también han anunciado que electrificarán los barcos de la Venecia del Norte, Estocolmo, una ciudad erigida sobre una suerte de islotes y conexión acuática con el mar Báltico. ¿Tiene sentido sustituir los viejos motores diésel utilizados por estos transportes por motores eléctricos?

El desarrollo de los transportes en ferry en Estocolmo, con trayectos cortos, de no más de una hora, y tiempos de espera bastante largos, hace que la alternativa de motor eléctrico y sustitución rápida de baterías sea perfecta para garantizar un transporte limpio y sostenible.

A la pregunta anterior diremos que sí, efectivamente tiene sentido el empleo de motores eléctricos en estos transportes. La ruta de los transbordadores que se utilizan en Estocolmo se basa en recorridos cortos, de apenas unos kilómetros, y largos tiempos de espera entre cada viaje.

Estocolmo está construída sobre catorce islas, decenas de puentes y algún islote al que solo puede accederse en barco. The Movitz, su primer ferry eléctrico con 23 metros de eslora, permitirá el transporte de hasta cien pasajeros en cada viaje sin necesidad de emitir – directamente – un gramo de CO2 a la atmósfera. The Movitz estará equipado con dos motores eléctricos de 125 kW, que dispuestos en babor y estribor harán que las maniobras sean más sencillas que con los motores diésel de 335 CV empleados hasta la fecha.

Lo interesante del asunto es que The Movitz será capaz de «recargar» su autonomía en el tiempo en que los pasajeros suben a bordo y toman asiento. Nótese el entrecomillado en la palabra recarga, puesto que para obtener la autonomía necesaria para realizar el recorrido, este ferry eléctrico optará por un sistema de sustitución rápida de baterías que apenas conllevará diez minutos. Con una batería completa, de 180 kWh, que equivale aproximadamente a la capacidad de siete baterías de un Nissan Leaf, sería capaz de realizar un viaje de una hora a nueve nudos (16,7 km/h).

He aquí un buen ejemplo de que la movilidad eléctrica, junto con la sustitución de baterías, es útil en el caso de transportes relativamente cortos y largos tiempos de espera entre viajes, como las rutas de transporte de carga y pasajeros entre ciudades que no estén muy alejadas entre si.

Fuente: Wired
En Tecmovia: El primer ferry eléctrico para coches cruzará los fiordos noruegos a partir de 2015

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