En 2007 llegaba a Europa la tercera generación del Subaru Impreza y con ella una nueva carrocería compacta de cinco puertas que estaba destinada a convertirse en la más vendida en el viejo continente. Tanto es así que en un principio Subaru no creyó necesario apostar por el cuatro puertas de toda la vida, y únicamente lo comercializó en nuestro país bajo una edición especial que se denominó Acrópolis.
Me gustaría poder ofreceros cifras del volumen de ventas que ha representado el Acrópolis en la gama Subaru Impreza, por desgracia no dispongo de tal información, pero a nadie se le escapa que es suficientemente bajo como para que Subaru deje de comercializarlo. Y eso es algo que no nos extraña lo más mínimo con las pocas posibilidades con que gozó esta berlina de cuatro puertas en nuestro país y lo cerca que se sitúa del Subaru Legacy, recientemente actualizado.
Y menciono las pocas posibilidades del Subaru Impreza Acrópolis en nuestro país dado que probablemente las cosas le hubieran ido mucho mejor si éste hubiera sido combinable con el motor bóxer diésel de Subaru (150 CV). Un bóxer gasolina turbo interesante, con los 300 CV del STI o menos, también hubiera valido.
Y es que España es un país de compactos, pero sobretodo de motores diésel. Lo curioso es que 3.000€ separaban al Acrópolis del Subaru Legacy (siendo el más caro éste último) con el mismo motor 2.0R de 150 CV. Pero siendo realistas, ¿cuántos estarían dispuestos a invertir semejante dinero en una berlina de tamaño considerable y un motor de gasolina digamos que “poco ahorrador”? Hoy en día el 2.0 diésel es la chispa del Legacy.
Como pequeño homenaje a los amantes de la estética STI, Subaru ofrecía por 1.000€ más el mismo capó abultado con una gran entrada de aire que en los STI servía para mantener el flujo de aire fresco en el intercooler. Y eso incluso teniendo en cuenta que en el Acrópolis, con su motor 2.0R atmosférico, era algo prescindible e innecesario sin más funcionalidad que la pura estética.
En nuestros corazones la imagen del Subaru Impreza siempre seguirá ligada a la de una berlina, por una época gloriosa de rallys que hoy en día ya es historia. Incluso habrá quien siga sin entender un STI “sin culo”, y eso que como ya os comentamos en la correspondiente prueba del Subaru Impreza STI no existe ninguna justificación técnica que justifique alguna carencia del uso de una carrocería compacta de cinco puertas frente a la berlina de antaño.
Nota: el de las fotografías es el Subaru Impreza WRX de cuatro puertas que no se vende (ni se venderá) en España.
Vía: Km77
En Diariomotor: Subaru Impreza Acrópolis | Subaru Impreza STI, a prueba
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