Daniel Simon se ha encargado de seguir enseñándonos cosas de la que posiblemente podamos considerar como una de las categorías dentro del automovilismo más extravagantes de la larga historia de las carreras. La ROBORACE sigue siendo por el momento una idea que no ha pasado más allá de la pantalla del ordenador, una interpretación realizada por el experimentado diseñador de cómo sería el futuro de la competición con coches que se conducen solos.
El que previsiblemente será un campeonato telonero de la Fórmula E sigue dando pasos en silencio, mientras que Simon ha querido desgranarnos un poco el funcionamiento y composición de su coche. Un vehículo repleto de cámaras, radares y sensores de ultrasonidos y láseres que enviarán toda la información que obtienen en un milisegundo a los cerebros NVIDIA que dirigirán este prototipo autónomo a casi 300 km/h.
Seguramente a ninguno de vosotros se os habrá escapado, pero parece que Michelin será el siguiente fabricante que se una a esta aventura como ya hizo en la Fórmula E a través de su innovador concepto de neumáticos de competición. La oportuna aparición del logo en las gomas del prototipo parecen indicarnos de que así será, aunque no haya habido un comunicado oficial acerca de ello…
