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Tecmovia

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¿Cuánto mejor sería el Porsche 911 Turbo con 4 ruedas directrices?

El próximo Porsche 911 Turbo podría incluir entre sus novedades técnicas un sistema de dirección con 4 ruedas directrices. Este nuevo concepto se sumaría a otros tantos que pretende instalar Porsche en el próximo deportivo sobrealimentado de la generación 991 junto al sistema de triple turbocompresor con geometría variable o la transmisión de doble embrague para mover sus también cuatro ruedas motrices.

El binomio tracción-dirección en las cuatro ruedas pretende llevar a un nuevo estadio el término agilidad. Una curiosa forma de digerir y transmitir el par en las cuatro ruedas obligando a la máquina de Stuttgart a calcar la trayectoria que marca el volante. La complejidad del sistema es mayúscula dada las pretensiones que se esperan de los apellidos «911 Turbo», pero si se cumplen las sospechas, el próximo modelo podría llegar a Nürburgring con serias aspiraciones de luchar con cronos de máquinas superiores.

4 ruedas motrices y directrices

La clave de esta idea es la búsqueda de una agilidad superior, un apartado donde siempre Porsche ha despuntado sobre la mayoría, pero donde para rizar el rizo se habría confiado en dotar de dirección a las cuatro ruedas disponibles. La electrónica jugará un papel fundamental ya que será un sistema control vectorial del par el encargado de dosificar y estimar oportuno el giro del eje trasero.

La fórmula de cuatro ruedas motrices y directrices aportaría una nueva forma de control y dosificación del par

Esta configuración de dirección total es poco habitual encontrarla en la actualidad a excepción del Renault Laguna GT con el sistema 4Control. Para hablar de una tecnología presente en el mercado habría que recurrir a viejas glorias niponas de las décadas de los ’80 y ’90 para poder encontrar una configuración similar. Aunque sus ventajas se encuentran en la realización de giros muy cerrados a bajas velocidades, a velocidades medias y altas añadían una nueva forma de sentir el eje trasero donde, su aplomo al girar con decisión, muestra las virtudes de contar con cuatro ruedas acatando las decisiones del volante.

Su escenario idílico pasa por curvas enlazadas donde se puede exprimir dirección y suspensión sin que la trasera se insinúe. Su ventaja primordial es el extra de seguridad y confianza para poder pedir más, la palabra que mejor define este sistema es la de efectividad.

Más control y capacidad para ir rápido en curvas

Sistema 4Control instalado en Renault Laguna GT

Ahora Porsche no solo cogería esta idea de dotar de un determinado ángulo de giro a las ruedas traseras, sino que además añadiría control y entrega de par en las cuatro ruedas. El gran inconveniente de esta tecnología siempre ha residido en limitar y ajustar su grado de acción a las demandas de velocidad y giro ya que, el giro de cuatro ruedas guiadas, debe ser controlado en toda su ejecución para no someter a ambos trenes a una maniobra no deseada.

La próxima generación del Porsche 911 Turbo pretende marcar las diferencias con la competencia a base de importantes novedades técnicas y tecnológicas

Los defectos del sistema de tren trasero direccional se resumen en los dos posibles funcionamientos que pueden ejecutar las dos ruedas traseras. Normalmente, la ley que impera en este sistema es la de ofrecer a bajas velocidades un giro opuesto a las ruedas delanteras para reducir al máximo el radio total de giro. A medida que la velocidad aumenta esta opción es contraproducente ya que estaría forzando al tren trasero a abandonar la trayectoria alejándose por completo del pivote que entendemos como eje del giro.

La solución llegados a este punto pasa por una desactivación de la opción de giro trasero al superar cierto límite de velocidad, alrededor de 60 Km/h, o bien cambiar las leyes de ejecución del sistema para que a velocidades medias y altas el tren trasero ofrezca un giro de manera paralela al que efectúan las ruedas delanteras. Cabe recordar que que los ángulos de giro del eje trasero rondan entre 0’5 y 3’5º.

En definitiva hablamos de una tecnología que la industria todavía no ha terminado de explotar en todo su potencial. De confirmarse esta tecnología para su llegada en el próximo Porsche 911 Turbo, ésta sin duda llegaría como un claro exponente de mejora en la efectividad del modelo.

¡Extra! os dejamos a continuación una vídeo-comparativa entre el Porsche Boxter S y el Renault Laguna GT donde se muestra la mayor velocidad del francés en los cambios de apoyo:

Fuente: WCF
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