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El control de velocidad de crucero: ¿qué tipos existen? ¿es tan importante como dicen?

Si elaborásemos una lista de los elementos de seguridad, si no imprescindibles, sí al menos deseables a la hora de comprar un coche nuevo, el control de velocidad de crucero debería estar entre los requisitos que exijas a tu próxima compra. Y sé que muchos conductores tendrán razones para oponerse a esta afirmación, que no todo el mundo se siente cómodo y seguro conduciendo con un sistema que mantiene la velocidad constante sin que toquemos el acelerador. Pero también has de saber que existen diferentes sistemas y tecnologías, más o menos avanzadas, de controles de velocidad de crucero y que muy pronto la anécdota será el estándar, y lo difícil será que nos encontremos con vehículos nuevos que carezcan de un dispositivo de este tipo.

¿Qué es el control de crucero? Se trata esencialmente de un sistema que automatiza el mantenimiento de una velocidad constante y que por ello está pensado para facilitar una conducción más cómoda y segura, evitar multas por exceso de velocidad y ahorrar combustible (esto lo puntualizaremos más adelante). Pero, ante la diversidad de sistemas, no podemos continuar sin hablaros de los diferentes tipos de control de velocidad existentes en el mercado.

Tipos de control de velocidad de crucero

Control de velocidad de crucero

  • Limitador de velocidad. No es un control de velocidad al uso, puesto que exige que el conductor siga accionando con su pie derecho el pedal del acelerador. Pero sí se encarga de evitar que superemos cierta velocidad de marcador, de manera que al llegar a esta, aunque sigamos pisando el acelerador, el vehículo deja de ganar velocidad.
  • Control de velocidad de crucero. Propiamente dicho, el control de crucero se encarga de mantener la velocidad constante sin que toquemos el acelerador. El funcionamiento habitual de este sistema hace que en el momento en que frenemos, toquemos el pedal del embrague o pisemos el acelerador, el sistema cancele el automatismo y el conductor tome el control absoluto de los mandos.
  • Control de velocidad de crucero adaptativo. El sistema más cómodo y seguro, con diferencia, es el que comenzó a popularizarse hace años, el adaptativo, basado en sensores (láser o radar) que detectan la distancia de seguridad con el coche que nos precede. Esta tecnología permite frenar automáticamente para evitar la colisión con otros vehículos, manteniendo una distancia de seguridad que, como la velocidad constante, es ajustable por el conductor. Algunos sistemas permiten incluso reanudar la marcha, en el caso de que hayamos parado por completo, cuando el vehículo que nos precede comience a rodar, lo cual resulta especialmente útil y cómodo en una vía muy congestionada por el tráfico.

Control de velocidad de crucero

  • Controles de velocidad de conducción semi-autónoma. La última tecnología, que ya han estrenado algunos fabricantes, no solo permite mantener la velocidad, sino también evitar activamente que nos desviemos de nuestro carril (mediante el sistema activo de cambio involuntario de carril). En otros casos, incluso, como el del Mercedes Clase S, el control de crucero adaptativo permite seguir al vehículo que nos precede, practicando los giros que este realiza. El sistema Autopilot del Tesla Model S habría ido un poco más allá y permitiría incluso realizar automáticamente maniobras de adelantamiento en autopista. El control de crucero también puede evitar que rebasemos la velocidad máxima establecida en una vía en vehículos equipados con detección de señales.

Pros y contras del control de velocidad de crucero

  • Pro: la seguridad y la conducción relajada que aporta no tener que tocar el acelerador, poder estirar las piernas y preocuparte únicamente del volante. Para viajes largos, generalmente, es muy útil para reducir el cansancio en el conductor, sobre todo a nivel físico, en las extremidades inferiores.
  • Contra: esa relajación en ocasiones es excesiva, hasta el punto de que puede distraernos de lo que sucede en la carretera. También puede llevarnos a ese estado mental que los psicólogos denominan la “hipnosis de la autopista”, o a un proceso de conducción subconsciente. Evidentemente las ventajas y las desventajas de estos sistemas también varían en cada persona y según el estado de ánimo del conductor. La prudencia siempre debe ser la que determine si es más seguro que utilices el control de crucero o no.
  • Contra: el caso más peligroso puede llegar si nos quedamos dormidos, en el cual el coche seguiría manteniendo la velocidad hasta que colisionásemos. Quedarse dormido conduciendo es peligroso, pero evidentemente, si el coche mantiene la velocidad constante, aún lo es más. Hay también resulta de vital importancia la incorporación de los sistemas que evitan cambios involuntarios de carril o que detectan nuestra pérdida de atención en la carretera o giros erráticos del volante que pueden hacer las veces de un “control de hombre muerto”, es decir, que el coche sea capaz de determinar que hemos perdido la atención en la carretera y llegue a bloquear el trabajo del control de velocidad de crucero.
  • Pro: el control de crucero es altamente efectivo para evitar que superemos los límites de velocidad. Muchos conductores se han acostumbrado a memorizar en su control de crucero una velocidad ligeramente superior al límite de la vía, teniendo en cuenta el margen de error de los radares y el margen de error del velocímetro, que generalmente nos indica una velocidad superior a la real. Esto también entraña peligros, especialmente ahora que ya hemos visto que está habiendo cambios a la baja en los márgenes de error de los radares.

  • Pro: los controles de crucero nos permiten conducir sin pies, no ya solo manteniendo una velocidad constante, sino también elevando el ritmo para adelantar o reduciéndolo para adaptarnos al tráfico o a los límites de la vía. Los controles de crucero cuentan con un mando en el volante que nos permite elevar o reducir la velocidad. Pero también hay que tener en cuenta un contra, que su efectividad para frenar no es comparable a la del pedal del freno, y que por lo tanto hay que ser muy precavidos y tener siempre los pies en su sitio para solucionar cualquier incidente en carretera.
  • Pro: aunque utilicemos el control de crucero en ocasiones muy puntuales (personalmente yo solo utilizo el sistema en vías de circunvalación con límites de velocidad estrictos, a 70 km/h y 90 km/h) este sistema suele ser muy económico, por apenas unos cientos de euros cuando se ofrece de manera opcional y en la mayoría de los casos incluido de serie en muchos de los coches que se comercializan en España.
  • Pro y contra: el consumo, pero de eso hablaremos a continuación.

¿Consumirá más mi coche si utilizo el control de crucero?

Si somos cuidadosos con nuestra conducción, normalmente podremos mejorar los registros de consumo que nuestro coche logra con el control de crucero conectado.

Sí y no, en realidad depende. Depende de la orografía del terreno, pero también de la tecnología de nuestro coche y de nuestros hábitos al volante. Si no somos conductores cuidadosos manteniendo una velocidad constante, empleando siempre la marcha correcta o aprovechándonos de la orografía del terreno para que juegue a nuestro favor, como aprovechar las pendientes descendentes para ganar velocidad y no elevar el ritmo en las subidas, es probable que el control de crucero logre mejores registros que los nuestros y es la razón por la que muchos fabricantes lo utilizan como argumento para justificar su utilización.

También es cierto que si somos cuidadosos con el acelerador y seguimos unas reglas básicas de conducción eficiente, normalmente podemos mejorar los registros obtenidos por nuestro coche con el control de crucero conectado. Las pruebas de consumo de Diariomotor, generalmente, se realizan sin control de crucero. Y si utilizamos el control de crucero lo especificamos en la prueba.

El control de velocidad de crucero aún no es obligatorio en la Unión Europea, pero probablemente lo será con el tiempo, aunque para entonces su penetración en el mercado ya sea tan alta que prácticamente no sea necesario obligar a los fabricantes a incluirlo de serie en sus próximos lanzamientos. Y la razón por la cual es importante para un fabricante integrar este dispositivo de serie, es que EuroNCAP considera un requisito mínimo en su análisis de ayudas a la conducción, que el coche equipe de serie – como mínimo – un limitador de velocidad, valorando muy positivamente que existan sistemas más avanzados como los controles de crucero adaptativos. EuroNCAP también se encarga, mediante ensayos, de comprobar que el sistema sea fiable y cumpla con unos estándares de seguridad en su información al conductor.

Como curiosidad, el control de crucero es casi tan antiguo como el propio automóvil. Existe constancia de sistemas de este tipo a comienzos del siglo XX, aunque su introducción no tendría lugar hasta los años cincuenta y su popularización, sobre todo en Estados Unidos, no llegaría hasta la crisis del petróleo en los años setenta.

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