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¿Qué tipo de copiloto eres? 10 comportamientos que revelan que eres un mal acompañante


¿Eres de los que prefiere viajar conduciendo solo o acompañado?
Los humanos somos seres sociales, y por lo tanto, es muy probable que a la pregunta anterior respondieras que prefieres viajar acompañado. Para conducir, no es necesario que estemos permanentemente acompañados por un copiloto que nos lea notas, como en un rally, pero es cierto que un buen acompañante puede sernos de gran ayuda, y no solo para amenizar el viaje, sino también para hacer que este sea más sencillo y seguro. Lo que quizás no sabías es que viajar con un mal acompañante puede resultar incluso peligroso, ser una fuente de distracciones que nos lleve incluso a sufrir un accidente. Ya sabes, como dice el refrán, en ocasiones mejor solo que mal acompañado. ¿Eres un buen copiloto? ¿Te aplicarías alguno de los 10 comportamientos que mencionamos a continuación?

1. Estás continuamente avisando al conductor de los peligros que le acechan. Recuerda, eres el acompañante, no el conductor. El conductor ha de preocuparse de controlar lo que sucede delante de su coche, evitar peligros y seguir la dirección hacia su destino. Que un acompañante esté permanentemente recordando los peligros irrita al conductor, y al final puede llegar a ser contraproducente, en tanto le distrae de lo que de verdad importa, que es estar atento a esos peligros. Según un estudio del RACE, BP y Castrol (con un muestreo de 1.144 conductores entre 18 y 75 años), esta es la actitud que más incomoda al conductor (a un 36% de los encuestados).

2. Eres un quejica. Tengo calor, tengo frío (suerte de la introducción de los climatizadores bizona), ¿queda mucho para llegar a nuestro destino?, cuánto tráfico. Otra de las actitudes que más irrita a los conductores es la del acompañante quejica, que está permanentemente quejándose. Según este mismo estudio, esta actitud incomoda a muchos conductores (a un 22%).

3. Estás continuamente tocando los elementos del coche que son responsabilidad del conductor. Se cruza un vehículo y tocas la bocina. Comienza a chispear y activas el limpiaparabrisas. El colmo, y por sorprendente que parezca es habitual, es que empujes el volante. Los acompañantes que están continuamente tocando elementos de un coche, que son responsabilidad única y exclusivamente del conductor, además de incómodos, son peligrosos.

4. Hablas mucho. Aunque para mantener una conversación no sea necesario desviar la mirada de la carretera, o soltar las manos del volante, el mero ejercicio de mantener una conversación ya es suficiente para aumentar la distracción de los conductores. Esta es una de las razones por las cuales muchos conductores (8 de cada 10) aseguran que se distraen más cuando van acompañados. No hay que llegar al extremo de no cruzar palabra con tu acompañante, pero si no paras de hablar estarás haciendo un flaco favor al conductor, y además podrás verte en situaciones de peligro. Un buen conversador también ha de saber en qué momento hay que callar. Y si tu conductor empieza a conducir de manera un tanto errática o se equivoca de salida para seguir la ruta planificada, quizás sea un buen momento para callar y dejar que se concentre en la conducción.

5. No hablas absolutamente nada. Para todo hay límites, y tan incómodo es el acompañante que no deja de hablar, como el acompañante que no habla. Sé comprensivo y piensa que viajar con un conocido, un familiar o un amigo, al menos si con él hay confianza, no es equiparable a montar en un taxi, llegar a tu destino, desear el buen día a tu chófer y marcharte. La conversación ayuda al conductor en muchos casos, especialmente en viajes largos, para reducir la fatiga. Pero por lo ya comentado en el punto anterior intenta que tu conversación no distraiga al conductor.

6. Eres un dormilón. Llega el verano y es común que salgamos de viaje, a menudo viajes largos, cientos de kilómetros, con familiares o amigos. En todo grupo de amigos siempre hay al menos uno que se caracteriza por una facilidad inusitada para subir a un coche y quedarse completamente dormido. Si es tu caso, evita sentarte en el asiento del acompañante. Si eres el conductor, intenta tener siempre a tu lado a un amigo sereno que no se duerma. Digan lo que digan los estudios, un buen acompañante siempre es de gran ayuda para el conductor. Pero viajar durante horas, y cientos de kilómetros, con un pasajero completamente dormido a tu lado, no es de gran ayuda. Salvo que ese pasajero lleve a cabo el resto de comportamientos mencionados en esta lista.

7. Inicias discusiones. Nunca existe un buen sitio para entablar discusiones con alguien, especialmente con tu pareja. Pero os aseguro que un coche es uno de los peores lugares para discutir. Las discusiones aumentan el estrés, reducen la concentración del conductor y, en el peor de los casos, pueden acabar en tragedia. Nunca discutas en el coche. El estudio del RACE decía que los encuestados consideran que sus peores compañeros de viaje, por su influencia para distraernos, son los bebés (79,5%), las mascotas (73,4%) y los menores de 14 años (68,4%). La pareja fue mencionada por una cuarta parte de los encuestados (26,8%).

8. Te las das de experto. Sí, entiendo que te moleste ir de copiloto y ver como el conductor cruza las manos, hace la «bayeta», o no sabe aprovechar el rendimiento del motor y la caja de cambios. Pero dártelas de listillo y recordar al conductor sus fallos al volante no ayuda. De hecho es una de las actitudes que más distraen a los conductores (a 6 de cada 10 según este estudio).

9. No ayudas al conductor en tareas que puede delegar en ti. Cada vez contamos con sistemas más avanzados, que permiten a un conductor, por ejemplo, solicitar una nueva ruta al navegador con comandos de voz. En cualquier caso, el conductor siempre puede apoyarse en un buen acompañante, en un buen copiloto, para que este se encargue de añadir nuevas rutas al navegador (si es que no lo hicisteis antes de iniciar el viaje), cambiar el CD, sintonizar una emisora determinada, etcétera. Un buen acompañante es precisamente ese, el que se ofrece con respeto al conductor para ayudar en tareas que no influyen en la conducción y que puede delegar en él, y el que siempre está dispuesto para ello. Un buen acompañante también ha de mantener el orden en el coche, evitar que los pasajeros de las plazas traseras distraigan al conductor, o mantener a raya a los niños.

10. Viajas sin cinturón, con los pies sobre el salpicadero, y otras actitudes inseguras. No hay nada peor que un acompañante que está continuamente quitándose el cinturón o que viaja con los pies sobre el salpicadero. Tanto viajar sin cinturón como con los pies en el salpicadero, es peligroso y puede conllevar multa. Piensa que en el salpicadero suele ir instalado un airbag frontal y que en caso de accidente, no solo estaremos en una posición muy propensa a causarnos heridas importantes, sino que además tendremos a una bolsa de aire que estallará en centésimas de segundo contra nuestras piernas. Las consecuencias pueden llegar a ser realmente graves, desde fracturas de cadera, y fémur, hasta lesiones medulares.

Fuente: Estudio del RACE, BP y Castrol en Stop Distraer
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