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Así es el Pontiac LeMans Sport Truck, el único pick-up jamás fabricado por Pontiac

Pontiac es una marca que fue conocida por sus berlinas y sus coupés, hasta su desaparición en 2009. Nunca fue una empresa que crease pick-ups o vehículos comerciales. Muchos aficionados desean que Pontiac hubiese producido pick-ups, y parece que sus sueños se han hecho realidad: Pontiac sí fabricó un pick-up. Una única unidad, una respuesta a una pregunta que nadie llegó a formular. Quizá la historia de los turismos pick-up hubiese sido diferente. Así es el único Pontiac LeMans Sport Truck jamás fabricado.

Está a la venta en Alabama – ¿dónde sino? – por 49.000 dólares. Ha sido propiedad del mismo concesionario desde su fabricación.

La idea fue concebida en 1967, un momento en el que Chevrolet y Ford dominaban con mano de hierro el segmento de turismos pick-up, respectivamente, con sus El Camino y Ranchero. Al parecer, unos ingenieros de Pontiac pensaron en 1968 que sería interesante crear una alternativa bajo su marca a los El Camino y Ranchero. Nacía así el Pontiac LeMans Sport Truck, basado en el Pontiac LeMans. Una alternativa interesante que no llegó a producción. Una única unidad fue producida, y podría ser tuya por sólo 49.000 dólares.

El trabajo del equipo de ingenieros fue bueno. La adaptación del frontal del Pontiac LeMans al cuerpo de un Chevrolet El Camino es ejemplar, y lo cierto es que nos hace evocar la dirección que Pontiac habría tomado de lanzar un vehículo así al mercado. Pontiac era conocida como la marca más dinámica dentro de General Motors, la marca encargada de lanzar coches divertidos y dinámicos para todos los bolsillos. Dicho sea esto, los roles de las marcas no estaban tan definidos dentro de un grupo como lo están ahora.

Para no canibalizar las ventas del Chevrolet El Camino, Pontiac decidió no producir este coche en serie.

En la zaga del Pontiac LeMans Sport Truck se encuentra un portón discreto con laminado de madera – sintética, como no podía ser de otra manera – y unas ópticas idénticas a las del Pontiac LeMans. De nuevo sorprende la ausencia de grandes huecos entre paneles o pintura en mal estado. El coche nunca ha sido restaurado, pero está en excelente estado, con sólamente 34.000 millas en el odómetro. Bajo su capó late un 5.7 V8 small-block, uno de los motores más comunes y típicos en los General Motors de la época.

El motor tiene es el original, con una potencia de entre 200 CV y 300 CV y debería funcionar perfectamente. El interior está en perfecto estado y es similar a los vehículos de la época. El coche fue presentado al presidente de Pontiac para su evaluación, pero decidió no emprender el proyecto para no canibalizar ventas de los El Camino. Con todo, se cree que el nacimiento del GMC Sprint – un El Camino con otro emblema – fue posible gracias a la presentación de este prototipo a la gerencia de GM en el lejano 1967.

Fuente: Hemmings
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