El peor día para enterarte de que no son únicamente cuatro aros de goma negra
Imaginad por un momento a ese chaval que acaba de sacarse el carné de conducir. Que conduce un viejo coche, de herencia familiar, por supuesto, de la década pasada. Ese chaval que acude a la universidad con un ojo puesto en el reloj, lamentándose de cada semáforo que se torna rojo a su paso, porque salir 5 minutos más tarde de casa significa pedir una tregua al despertador, 5 minutos más metido en la cama. Ese chaval que tumba la L en la ba