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¿Genialidad o injusticia? Placas de matrícula diferentes para conductores cazados borrachos al volante

Un conductor que ha superado el límite legal de alcohol es un peligro en la carretera. Nadie duda acerca de ello: sus habilidades para manejar un vehículo no son óptimas: aumenta su tiempo de reacción, se pierden reflejos y faltas de atención a la carretera. Lo que desconocía, es que al menos tres estados de EE.UU. obligan a los conductores que han sido acusados de un DUI – Driving Under the Influence, conducir superando el límite legal de alcohol en sangre – a llevar placas de matrícula específicas, que les identifican.

Ohio lleva casi 20 años emitiendo este tipo de placas de matrícula.

Los estados de Ohio, Georgia y Minnesota – hasta donde he podido averiguar – emiten estas matrículas especiales para conductores que han sido cazados al volante con más alcohol de la cuenta en su organismo. En el caso de Georgia, la matrícula simplemente cuenta con dos letras fijas antes de la numeración – algo de lo que sólo las fuerzas del orden son activamente conscientes – pero el caso de Ohio es más peculiar. Las placas son de color amarillo brillante, muy diferentes de las placas de fondo blanco convencionales.

Entiendo la existencia de dos motivos fundamentales para esta medida. Por una parte, causar verguënza y arrepentimiento al que ha violado la ley y ha puesto en peligro a otros usuarios de la vía. Además, la comisión de un delito de DUI comporta en EE.UU. un aumento obligatorio de la prima anual del seguro – de hasta 1.000 dólares en algunos estados – además de multas, y retirada del carnet, incluso en su primera ofensa. Si el conductor es reincidente, se puede enfrentar a retiradas de carnet de hasta 10 años y cárcel.

En Minnesota, los reincidentes llevan placas que comienzan por W. Se les llaman «Whiskey Plates» coloquialmente.

Os aseguro que en EE.UU. no se andan con tonterías con el alcohol al volante. Es prácticamente el peor delito vial que se puede cometer, tras conducir bajo la influencia de las drogas, que comporta penas aún más graves. Una matrícula específica se une a ello en los tres estados antes citados. Una segunda implicación de llevar este tipo de matrículas – y una más difícil de justificar – es lo que los americanos definen como «profiling». ¿Qué quiere decir «profiling»? Que la Policía pare a estos conductores antes que a otros conductores.

Una especie de presunción de culpabilidad, algo parecido a asumir que una persona es delincuente por motivos étnicos, pero aplicado a la conducción de un vehículo. Otros detractores de esta ley se quejan de que trata por igual tanto a los infractores recurrentes, como a los primerizos – al menos en Ohio. También hay quejas en lo tocante a los demás ocupantes del vehículo, que se ven estigmatizados. Pensaríamos que esta medida ha sufrido multitud de demandas colectivas por considerarse injusta, pero si lo ha hecho, las ha soportado sin problemas.

Estados Unidos es un país mucho más extraño y regulado de lo que parece – lo sé por experiencia propia – pero nos preguntamos si una medida así triunfaría en nuestro país. Posiblemente no alcanzaría su legalidad por ser considerada discriminatoria, pero dejando a un lado dicha consideración, ¿podría evitar que más conductores superasen los límites legales de alcohol al volante? En un país como España, en el que tan importante es el «qué dirán», algo me dice que esta medida sería bastante efectiva.

No se ha propuesto una medida similar en España, y este artículo sólo pretende arrojar luz sobre una medida un tanto curiosa de Estados Unidos. ¿Qué opináis?

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