La unión hace la fuerza. Este principio podría ser aplicable a las hormigas, que son capaces de arrastrar objetos mucho más pesados que ellas trabajando en equipo, formando una fuerte cadena de insectos. El mismo principio se puede aplicar a la robótica, e incluso películas infantiles como «Big Hero 6» nos lo han sugerido. Investigadores de la Universidad de Stanford han desarrollado pequeños robots que pueden remolcar objetos tremendamente pesados: 6 robots – con un peso total de 100 gramos – son capaces de arrastrar un coche.
Estos minirobots se han bautizado como microTug, y se han inspirado tanto en las hormigas, como en los geckos. Estos reptiles tienen unas patas que les permiten agarrarse a cualquier superficie, como si tuviesen pegamento en sus dedos. Replicando la estructura de los dedos de un gecko en la base del robot, y equipados con pequeños cabrestantes, seis microTug han sido capaces de arrastrar un Chevrolet Volt con un pasajero en su interior. Evidentemente, lo han hecho muy despacio y durante poca distancia.
Pero ello no resta importancia a la proeza. Lo verdaderamente interesante está en dos detalles: la fuerza combinada de seis pequeños robots – que trabajan al unísono – y la fuerza con la que se adhieren al suelo. Este pie adhesivo es reutilizable de forma sucesiva y además, el robot puede moverse por sí solo gracias a unas pequeñas ruedas. Imaginad ahora estos robots en un tamaño algo más grande, y lo que serían capaces de hacer. Si un pequeño cabrestante puede sacar a un 4×4 de un atolladero, ¿de qué será capaz un enjambre de microTug?
Fuente: Slashgear
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