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Oda a la globalización: de cómo una pick-up de una empresa de fontanería de Texas acabó al servicio del Estado Islámico

¿Te preocupa lo que puedan hacer los nuevos propietarios de tu antiguo coche? La pregunta puede parecer un tanto absurda. Lo entiendo. Si la venta ha sido legal y todos los trámites burocráticos se han realizado correctamente, ¿de qué tendrías que preocuparte? Imagino que eso mismo pensaba Mark Oberholtzer, el propietario de la empresa de servicios de fontanería Mark-1 Plumbing, afincada en Texas. Hasta que comenzó a recibir en su teléfono cientos de amenazas y se encontró con que su vieja pick-up ahora circulaba por Siria con una torreta de ametralladoras y que su imagen, adhesivos publicitarios incluidos, se había extendido por las redes sociales gracias a una de las últimas campañas publicitarias del Estado Islámico.

Que tu vieja pick-up acabe en Siria al servicio de las brigadas del Estado Islámico no es nada descabellado. Que siga conservando la publicidad de tu negocio sí es evitable.

Os podéis hacer una idea de la desagradable sorpresa que recibió este hombre cuando se enteró de lo sucedido. El Estado Islámico se ha convertido en el enemigo número uno del mundo civilizado. Los insurgentes yihadistas siembran el terror en Oriente Próximo y que la imagen de tu negocio se vea asociada a la crueldad que exhiben los miembros de esta organización armada puede ser, como mínimo, preocupante para un pequeño empresario de Texas. Las imágenes habrían sido difundidas por la brigada de Ansar al-Deen Front, que ocupan una vasta región al noroeste de Siria, en la zona de Aleppo.

¿Y cómo habría llegado a esta situación? Mark Obelholtzer declaraba a The Galveston County Daily News que dejó de ser propietario de su pick-up hace tres años, ofreciéndosela a la empresa AutoNation, que no solo se comprometió a tramitar las gestiones y realizar la venta, sino también a retirar la publicidad que lucía en su carrocería. Pero al parecer algo falló. Y en un mundo cada vez más globalizado como este, que tu viejo automóvil acabe a cientos o miles de kilómetros no es una idea para nada descabellada. Algo que se habría demostrado con la historia de esta vieja pick-up, que ha recorrido medio mundo para pasar de ejercer su labor como vehículo de trabajo de un fontanero de Texas, a ser utilizada en la guerra sucia y el ejercicio propagandístico de los insurgentes del Estados Islámico.

Consejo: la próxima vez que vendas un vehículo rotulado, asegúrate de eliminar cualquier vestigio publicitario de tu negocio.

Fuente: The Galveston County Daily News

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