Está previsto que para el venidero 12 de diciembre se realice en Uzbekistán la elección presidencial de la FIA, donde únicamente Mohammed Ben Sulayem, quien actualmente ostenta el cargo, se presentará como único candidato elegible, situación que requiere de la aprobación previa de un tribunal arbitral que opera en París. Anteriormente Timothy A. Mayer y Laura Villars habían formalizado su inscripción para rivalizar contra Ben Sulayem, pero el mecanismo interno de la FIA, en lo que respecta a postulaciones para la presidencia, impidió que cualquier otra alternativa distinta a la actual pudiera ser tomada en cuenta, lo que propició el movimiento en tribunales ya que se argumenta que Ben Sulayem y sus aliados en el organismo están violentando el reglamento interno de la FIA, ejecutando prácticas antidemocráticas.
Villars sostiene que, una vez que Ben Sulayem asumió su cargo, estableció mecanismos para atornillarse allí y ahora resulta casi imposible que cualquier otro candidato pueda reunir a once personas para postularse y que ninguna esté relacionada de alguna forma con el actual presidente. Esta situación prácticamente acaba con cualquier movimiento opositor, de allí la denuncia sobre estas próximas elecciones que no parecen libres y que además constituyen un precedente muy negativo porque niega la alternancia en el poder. La expiloto exige la suspensión de la elección, pero desde la FIA siguen con la programación según lo previsto, tomando en cuenta que el 24 de octubre, fecha límite para presentar candidaturas, solamente Mohammed Ben Sulayem fue el único candidato inscrito que reunió los requisitos para ser elegible, entre ellos la lista de presidente del Senado, vice presidentes regionales y delegados.
De esta forma, Ben Sulayem, quien se desempañó como piloto de rallys y luego, tras su retiro, llegó a desempeñarse como vicepresidente de la FIA, se acerca a su reelección como presidente del organismo tras llegar al poder para reemplazar a Jean Todt a partir del año 2022. Si el actual reglamento interno se mantiene y continúa el mismo sistema para designar y elegir candidatos, no resulta descabellado pensar que Ben Sulayem permanezca en el cargo por un lapso mínimo de doce años, tal como Todt, aunque su gestión sea criticada de manera negativa y sus prácticas arbitrarias y antidemocráticas sean rechazadas inclusive por quienes le rodean, tal como Robert Reid, ex vicepresidente deportivo, y Steve Nielsen, Natalie Robyn, Deborah Mayer y Tim Goss, quienes desempeñaron cargos ejecutivos y decidieron alejarse.



