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Ford pone en duda su continuidad en el Supercars

Mark Rushbrook, jefe de Ford Performance, emitió unas fuertes declaraciones el pasado fin de semana, dejando entrever su molestia al considerar que los resultados alcanzados tanto en la NASCAR Cup Series como en el Supercars eran inaceptables. Antes de disputarse la Coca Cola 600, Ford acumulaba trece carreras sin ganar, no obstante, el día de ayer, Ryan Blaney pudo llevarse los máximos honores tras disputarse la prueba un día después de lo programado debido al mal tiempo. Si bien Blaney pudo escalar hasta lo más alto del podio, apenas resultó el mejor piloto de Ford entre los ocho primeros en meta. Peor situación se distingue en el Supercars donde todavía ningún piloto de Ford ha cruzado la meta en primer lugar.

La única victoria de Ford en lo que va de temporada ocurrió luego de que Shane van Gisbergen y Broc Feeney fueron descalificados en la primera fecha de la Newcastle 500, cediendo el triunfo a Cameron Waters, piloto de Tickford Racing. Tras ese resultado, el campeonato ha sido un dominio absoluto de los equipos Triple Eight Race Engineering y Erebus Motorsport, ambos representados por el Chevrolet Camaro. Ante semejante panorama, Rushbrook asomó que el compromiso de Ford con la categoría podría cambiar debido a que la división deportiva del fabricante norteamericano no invierte en el deporte motor sin tener opciones de ganar.

En sus declaraciones, Rushbrook evitó insinuar que el campeonato australiano podría estar parcializado hacia su único rival, pero admitió que no entiende cómo la era Gen3 ha sentado tan mal al Mustang cuando en teoría el coche de Ford partía de una exitosa base como lo fue el modelo Gen2, el cual significó el regreso oficial de Ford Performance al Supercars. Anteriormente, la operación era gestionada por el equipo DJR Penske, ganador de los títulos de 2019 y 2020 con el Mustang y del 2018 con el Falcon FG, todos a manos de Scott McLaughlin. Justamente cuando Penske dejó de participar en el campeonato, Ford cedió la responsabilidad a Dick Johnson Racing y a Tickford Racing, a partir de este movimiento no se advierte mayor progreso.

Para Rushbrook, los recursos invertidos por Ford Performance deben justificarse ante la oficina central del fabricante en Estados Unidos y no encuentra cómo explicar cómo once Mustangs, asignados a los equipos Dick Johnson Racing, Walkinshaw Andretti United, Tickford Racing, Grove Racing y Blanchard Racing Team, todavía no hayan logrado derrotar al Camaro en pista en lo que va de año, en una categoría donde existe una reglamentación técnica que garantiza paridad entre sus participantes.

Añadió que es una situación delicada porque Ford compite donde existe una opción real de ganar puesto que las victorias demuestran que su innovación y su tecnología es de primera y se pueden transferir a sus productos comerciales. Ganar proporciona orgullo y satisfacción a socios, empleados y clientes, lo contrario provoca que se revalúen objetivos en los campeonatos en los cuales participan. Aunque Rushbrook, en nombre de Ford, garantizó su presencia en el Supercars al iniciar la era Gen3, ahora está reconsiderando tal posición porque el fracaso en el campeonato está afectando la imagen de Ford.

En palabras de Mark Rushbrook:

En cualquier lugar donde competimos, lo hacemos por las mismas razones, y eso es para ganar carreras y campeonatos. Necesitamos tener esa oportunidad de ganar, si no somos capaces, si no tenemos la oportunidad, corremos el riesgo de empañar nuestra marca. Necesitamos competir donde tengamos la oportunidad de comercializar nuestro producto de manera adecuada, vinculado al hecho de ganar. Dentro de nuestra empresa estamos evaluando todas las series para analizar esos pilares importantes para nosotros. Si no estamos cumpliendo, entonces eso es una consideración para mirar nuestros futuros planes en el deporte motor.

Vía Speedcafe

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