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Le Mans, territorio femenino de pilotaje

El carácter grupal y de unión de las carreras de resistencia permite ver actitudes ligeramente distintas a las aplicables en carreras individuales. Compartir asiento, set-up, coche y materiales varios con otros pilotos de mayor o menor habilidad son siempre elementos necesarios para conseguir el éxito o por lo menos, cumplir el objetivo básico de llegar a meta en un evento de larga duración. Los dúos y tríos de mujeres no son comunes pero tampoco extraños en las 24 horas de Le Mans y en la edición recientemente finalizada se vio un nuevo ejemplo.

Rahel Frey, Michelle Gatting y Manuela Gostner pilotaron un Ferrari 488 de Kessel Racing en GTE Am y pudieron finalizar en la 39ª posición, novena de categoría. La suiza era la única de las tres que tenía experiencia previa en Le Mans, irónicamente en el último trío compuesto por féminas que participó en la carrera francesa (en el Ford GT de Matech Competition, retirado en 2010 junto a Natacha Gachnang y Cyndie Allemann). Frey hizo valer su pericia en el ADAC GT Masters y la European Le Mans Series, junto a una Gatting procedente del certamen danés de Supeturismos y la gentleman driver Gostner, habitual de las Ferrari Challenge.

El reparto del pilotaje en Le Mans fue el esperado: Frey llevó el peso pesado, incluyendo la salida; Gatting acabó pilotando media hora más que la suiza y se ocupó de la llegada, mientras Gostner consiguió hacer tres stints meritorios sin provocar daños en el coche por la tarde del sábado, siguiendo por la noche y el amanecer. Frey y Gatting fueron más lentas que Andrea Piccini en el otro Kessel pero apenas les separó una décima en sus mejores giros. Gostner dejó un tiempo rápido por encima de los cuatro minutos y se las arregló para mantener el coche en pista y ser más veloz que otros pilotos, incluyendo el piloto del #60 Claudio Schiavoni.

Las tres ya forman un trío eficaz en la ELMS, campeonato en el que se han estrenado en 2019 y dónde obtuvieron un podio en Paul Ricard, su primera carrera. La creación de este equipo es parte del sueño de la inversora francesa Deborah Mayer, piloto de Ferrari Challenge como Gostner que no puede competir este año por maternidad pero que ha puesto el capital necesario para cumplir un sueño, el de ver a un equipo femenino tomar las calles de Le Mans de nuevo. Frey, Gatting y Gostner se convirtieron en el primer trío de mujeres en llegar a meta en el evento galo desde 1977, cuando Lella Lombardi y Christine Beckers fueron undécimas (cuartas en S.2.0).

Pioneras como Beckers, Lombardi y Michèle Mouton lucharon y consiguieron victorias de categoría en Le Mans durante la década de 1970, momento álgido de participación de mujeres piloto en la carrera más importante de la resistencia mundial. Otras valientes como la piloto de rallys Odette Siko y la británica Gwenda Hawkes, ex conductora de ambulancia durante la Primera Guerra Mundial y récord de velocidad en Brooklands, quedan disueltas por el paso del tiempo. Sin embargo, su legado puede seguir vivo en las participaciones de más mujeres en las 24 horas de Le Mans, carrera diversa que puede ayudar a ampliar la visión general de un piloto.

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