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El día que se olvidaron decirle a Pedro Rodríguez que estaba lloviendo

Tal día como hoy, 11 de julio, pero de hace 50 años, el automovilismo perdió a uno de sus pilotos más talentosos. Pedro Rodríguez destacó en Fórmula 1, consiguiendo dos victorias y otros cinco podios. Pero como muchos pilotos de la época, también se labró una extensa y exitosa trayectoria en carreras de resistencia, llegando a ganar las 24 horas de Le Mans en 1968. Igual que había sucedido nueve años antes con su hermano pequeño, Ricardo, Pedro también perdió la vida en los circuitos. Durante una carrera de la Interserie en Norisring, el mexicano sufrió un accidente que provocó un incendio en su Ferrari 512M. Hoy lo recordamos con la historia de una de sus mejores actuaciones, su victoria en los 1000 kilómetros de Brands Hatch de 1970.

El campeonato del mundo de SportsCars 1970 llegaba a su tercera cita de la temporada el día 12 de abril, después de la habitual cita americana con las 24 horas de Daytona y las 12 horas de Sebring. Porsche ganó en Daytona con el 917K de Pedro Rodriguez, Leo Kinnunen y Brian Redman, mientras que Ferrari había ganado en Sebring gracias a una fantástica actuación de Mario Andretti con el 512S junto a Ignazio Giunti y Nino Vaccarella. La primera carrera europea se disputaría en Brands Hatch, con Porsche llevando cuatro coches oficiales y Ferrari otros tres, más los también oficiales Matra y Alfa Romeo. Sin duda se planteaba como una batalla por todo lo alto.

En la clasificación, Ferrari dominó los entrenamientos con Chris Amon y Arturo Merzario en el 512S #2 consiguiendo la pole por delante de Jacky Ickx y Jackie Oliver con el #1. El primer Porsche, el 917K del Team Salzburg #11 (Pintado de blanco entero) clasificó en tercera posición, compartiendo fila con el Matra de Jack Brabham y Jean-Pierre Beltoise. A poco más de un segundo de la pole, pero en séptima posición, clasificó la dupla del Porsche #10 formada por Pedro Rodríguez y por Leo Kinnunen. El 917, chásis #016, lo estrenaban en esa carrera e iba decorado con la clásica decoración de Gulf azul con la raya naranja en el centro. Todos los Porsche estaban equipados con los motores de 4.5 litros, ya que la versión de 4.9 todavía no estaba perfeccionada.

La lluvia caía de manera intensa sobre Brands Hatch cuando comenzó la carrera. Pedro Rodríguez fue sancionado por ignorar las banderas amarillas provocadas por un accidente. El mexicano ya había empezado a remontar y era quinto, pero tras pasar por boxes comenzó el verdadero espectáculo. Por delante, Ickx tuvo problemas mecánicos con el limpiaparabrisas que le obligaron a entrar a boxes. Esto dejaba a Pedro Rodríguez en cuarta posición, por detrás de Vic Elfford con el Porsche #11, de Chris Amon con el Ferrari #2 y de Jack Brabham con el Matra #51. Uno a uno, Rodríguez fue dando cuenta de sus rivales, como si alguien se hubiera olvidado decirle que estaba lloviendo. El ritmo del mexicano era de otra galaxia.

Un ritmo de otro planeta

David Yorke, director del equipo, sabía que lo que estaba sucediendo era algo especial. No todos los días alguien ve una actuación así con la pista tan complicada. Cumplidas dos horas de carrera, Rodríguez había doblado ya a toda la parrilla y cuando entró a boxes, Yorke decidió mantenerlo en pista y apurar hasta el tiempo máximo permitido de 3h 30 minutos. Leo Kinnunen se subió para hacer su único stint y le devolvió el coche a Rodríguez, ya con la pista más seca. Los dos pilotos del Porsche #10 tuvieron contratiempos con las condiciones de la pista, pero es que ese día nadie se libró de trompear o de salirse de la pista. En las horas finales, la mecánica comenzó a quejarse en algunos coches. Además, Brian Redman tuvo un accidente con el Ferrari de Chris Amon, que provocó el abandono del Porsche #9.

Los 917 consiguieron ocupar las tres posiciones del podio. Pedro Rodríguez gracias a su primer stint y a la buena conducción de Kinnunen, se hizo con una de sus mejores victorias, cinco vueltas por delante del segundo clasificado, el #11 de Elfford y Hulme. En tercer lugar llegaron Richard Attwood y Hans Herrmann, con el segundo de los coches del Team Salzburg, una pareja que tan solo unos meses después conseguirían ganar las 24 horas de Le Mans. Pero la estrella de ese día 12 de abril de 1970 fue Pedro Rodríguez. Su actuación está considerada como una de las mejores en agua en toda la historia del automovilismo. Las primeras horas de los 1000 kilómetros de Brands Hatch 1970 fueron bajo la lluvia, pero a alguien se le olvidó decírselo a Pedro Rodríguez. 

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