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Una batería llena de serrín: así sería tu próximo coche eléctrico

Las baterías de los coches eléctricos son un componente esencial de éstos, pero su extracción y procesamiento pueden ser perjudiciales para el medio ambiente, además de que el proceso puede ser peligroso para las personas que trabajan en dichos yacimientos o minas.

¿Cómo convierten el serrín en grafito?

Investigadores de la Universidad Northwestern han desarrollado un nuevo proceso que consiste en convertir serrín de madera en grafito, que a su vez puede utilizarse como materia prima para la producción de baterías. El resultado es una forma más ecológica y sostenible de producir baterías para coches eléctricos que las actuales. A este proceso se le llama pirólisis, este consiste en calentar la madera en ausencia de oxígeno, esto crea una reacción de descomposición de la madera en moléculas más pequeñas.

El resultado es una mezcla de gases, líquidos y sólidos, uno de estos elementos sólidos es el grafito que se utilizará para la producción de las baterías. Luego de esto viene la refinación del grafito mediante un proceso que tiene como finalidad mejorar su calidad y hacerlo apto para la fabricación de baterías.

Ventajas de este proceso sobre el método tradicional

Una de las principales ventajas de este proceso es que ofrece una fuente de grafito más segura que los métodos tradicionales. No es menos cierto que con procesos como este los mineros que trabajan en yacimientos perderán trabajo, es sin duda un tema complejo. En la actualidad, la mayor parte del grafito se obtiene extrayendo y purificando mineral de grafito, lo que puede consumir muchos recursos y ser perjudicial para el medio ambiente.

Otra ventaja del proceso es que puede proporcionar un suministro de grafito más estable y predecible. Las fuentes tradicionales de grafito pueden verse afectadas por las interrupciones de la cadena de suministro y las fluctuaciones de la demanda, lo que puede repercutir en el suministro y el coste final del producto, esto sin duda tiene un impacto en las ganancias de los fabricantes.

El proceso que realizaron probó que el resultado obtenido fue grafito de alta calidad y podrá ser integrado en las baterías para coches eléctricos sin problemas, de hecho piensan que es de mayor calidad que el obtenido mediante la minería. Los investigadores han probado su grafeno en una serie de baterías químicas, como las de iones de litio y las de iones de sodio, y han comprobado que funciona bien en todas ellas.

Esto abre la puerta a una amplia gama de aplicaciones, desde coches voladores para turismo a camiones pesados e incluso almacenamiento de energía a gran escala.

Más información: electrek.co

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