Según un estudio de Switcher.ie, el precio de cargar un vehículo eléctrico varía mucho en toda Europa. Aunque los vehículos eléctricos siguen siendo más baratos que los de gasolina o diésel, el coste de la recarga depende de varios factores, como el país, la marca y el modelo del vehículo y la ubicación.
España se sitúa en el extremo superior de la escala, con un coste medio de 20,64 euros y 6,01 por cada 100 km, mientras que el país más barato para cargar un vehículo eléctrico es Kosovo, donde los conductores solo tienen que pagar 3,92 euros y 1,02 por cada 100 km. Sin embargo, se prevé que las matriculaciones de vehículos eléctricos en España sigan creciendo.
En Europa, ¿dónde es más caro y dónde es más barato cargar el coche eléctrico?
Según Switcher.ie, algunos de los países europeos más ricos y con mayores tasas de uso de coches eléctricos son también los lugares más caros para conducir un vehículo eléctrico. Dinamarca, Bélgica, la República Checa y España se encuentran entre los siete países con los costes de recarga más elevados.
Por otro lado, los lugares más baratos para cargar un vehículo eléctrico se encuentran generalmente en el centro y sureste de Europa, donde la propiedad de coches eléctricos es menos popular. Georgia y Serbia son el segundo y tercer país más baratos para recargar, respectivamente. A esto debemos agregar un paréntesis para decir que la autonomía del coche también juega un papel importante en cuanto a recarga.
Independientemente de los precios, los coches eléctricos llegaron para quedarse
El Parlamento Europeo prohibirá la venta de coches nuevos de gasolina y diésel a partir de 2035 para fomentar la compra de coches eléctricos. Así que, a medida que la demanda de coches eléctricos sigue aumentando en Europa, las cifras de ventas de eléctricos e híbridos siguen creciendo.
La realidad es clara. En la búsqueda por la descarbonización, los coches de diésel y gasolina irán quedando en el olvido en Europa. Dentro de unos pocos años, no serán más que parte del pasado. Eso es un hecho. El objetivo del Parlamento con la retirada de los coches de gasolina y diésel es acelerar la transición hacia un transporte sin emisiones y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del continente. Esta es una de las medidas de la UE para alcanzar la neutralidad climática a mediados de siglo y reducir las emisiones relacionadas con el transporte en un 90% para 2050.
Por último, y a manera de reflexión, es importante considerar el impacto que esta transición puede tener en los consumidores y en la industria del automóvil en general. Aunque los coches eléctricos son cada vez más populares, siguen estando fuera del alcance de muchos consumidores debido a su precio más elevado y a las limitaciones de la infraestructura de recarga. Se deben tomar medidas para garantizar que la transición sea fluida y no afecte desproporcionadamente a los menos favorecidos.
No hay duda alguna de que esta medida es un paso en la dirección correcta hacia un futuro más sostenible, sin embargo aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar que sea una transición justa y equitativa para todos. Especialmente, con la desproporcionalidad de precios que vemos entre países de un lado a otro en Europa.
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