Los coches eléctricos no son la única solución para reducir la huella de carbono, hay muchas formas de hacerlo. Una forma es dejando de utilizar combustibles fósiles para producir las energía que necesitamos en nuestros hogares. Así lo ha hecho el barrio pamplonés de La Txantrea.
Un barrio con calefacción central de biomasa
Este barrio cuenta con la primera central y red de calor alimentada por biomasa de astilla forestal. Este proyecto ya se puso en marcha en 2023, pero ahora ha finalizado con éxito la primera fase.
Esta central puede suministrar calefacción en su primera fase a 2.000 viviendas y centros públicos. En su segunda fase, la central podrá hacerlo a 4.500 viviendas y centros públicos.
Más información sobre la central de biomasa
Como hemos dicho, el combustible de esta central es la astilla forestal. Esta astilla procede de bosques con certificado de explotación sostenible, eso asegura que en ningún momento del proceso de producción de energía se hace daño al medio ambiente. Estos bosques se encuentran en Navarra o a menos de 150 km, lo que permite que el transporte tampoco emita muchas cantidades de CO2.
Actualmente, esta central permite evitar la emisión de 4.000 toneladas anuales de CO2 a la atmósfera. Sin embargo, en su segunda fase donde se ampliará con una segunda caldera, la reducción de emisiones se duplicarán, ya que serán más las viviendas que utilicen este tipo de calefacción.
En la primera fase, la central cuenta con una potencia total de 24 MW que se ampliará a los 39 MW en la segunda fase. Además, tiene una sala de bombeo y un depósito exterior donde se almacenan 1,8 millones de litros de agua caliente.
Ya hay centros conectados a la red de calor
Ahora mismo están conectados a la red de calor tres edificios públicos y está contratado el servicio para dos mil viviendas. También se está gestionando la posible incorporación de la comunidad de calor de San José que cuenta con 500 viviendas, de dos centros independientes del Gobierno de Navarra, y de un colegio y una escuela infantil del Ayuntamiento de Pamplona.
Como vemos, muchas personas y edificios públicos se beneficiarán de esta iniciativa, la cual ha sido posible gracias a la sociedad pública Nasuvinsa, que aportó 6,9 millones de euros, y gracias a ENGIE que aportó otros 3,8 millones de euros.
Aun así, como decimos, la central está solo en su primera fase, la idea es ampliarla y que así pueda llevar calefacción y agua caliente sanitaria a muchas más viviendas y edificios públicos.
