Resulta emocionante contemplar la evolución que está viviendo el motociclismo y cómo los circuitos han sido conquistados por piezas de ingeniería tremendamente complejas, con aerodinámica cada vez más sofisticada y tecnologías que ajustan el rendimiento del sistema de propulsión, la frenada, y las suspensiones, al milímetro, para rascar hasta la última milésima.
Una moto venida del futuro
Tanto que la potencia bruta, que en el caso de la BMW que hoy nos ocupa asciende a 230 CV, con un motor tetracilíndrico, más de los que entregaban los primeros BMW M3, es prácticamente un dato más en un conjunto altamente sofisticado.
Precisamente eso es lo que ha querido demostrar BMW Motorrad con su nuevo Concept RR, que atestigua hasta donde pueden llegar, y llegarán, sus motos más deportivas y de cómo trasladar lo mejor de la competición y su experiencia en el mundial de Superbikes a la calle.






Inspirada en la campeona el campeonato mundial de Superbikes el pasado año, conquistado por Toprak Razgatlıoğlu, este ejercicio – de momento conceptual – hereda su motor tetracilíndrico de refrigeración líquida y sus sistemas de control de par y gestión del motor.
En su obsesión por llevar a la calle las tecnologías y soluciones de ingeniería que se están imponiendo en los circuitos, BMW ha incorporado a esta superdeportiva un empleo amplio de fibra de carbono y aluminio para reducir su peso y optimizar las masas, un carenado muy trabajado y alerones por doquier.
Decía el propio responsable de BMW Motorrad, Markus Flasch, que «nunca antes BMW Motorrad ha ofrecido un vistazo tan anticipado de sus generaciones futuras de modelos RR». Eso implica que para ver a esta Concept RR materializada en un producto de calle aún habrá que esperar, probablemente unos cuantos años.
Para entonces, BMW presentará su candidatura para convertirla en una de las deportivas más espectaculares, potentes, y sofisticadas del mercado, con permiso de las Panigale V4 de Ducati.





