Comprar un hiperdeportivo suele implicar ciertas limitaciones. Son coches poco prácticos con un maletero ínfimo o directamente inexistente, generalmente son incómodos y también bastante ruidosos. Aun así, cualquier apasionado de este mundillo está dispuesto a hacer tales concesiones. Pero todo tiene un límite. Nuestro protagonista ha llevado a juicio a Aston Martin porque dice que su coche no deja de dar problemas y, además, es peligroso.
Se trata de un cliente alemán que en 2022 se compró un espectacular Aston Martin Valkyrie por 3 millones de euros. El coche más radical que puede circular legalmente por carretera, diseñado por el mismísimo Adrian Newey, cuyos coches de Fórmula 1 han ganado 25 mundiales (13 de pilotos y otros 12 de constructores).
Aston Martin y Red Bull Advanced Technologies colaboraron para hacer un coche de calle lo más parecido posible a un Fórmula 1. Su aerodinámica juega en otra liga, lo cual implica una carrocería super radical, y su sistema híbrido tiene 1.176 CV gracias a la combinación de un motor V12 de 6.5 litros y un sistema KERS. Pesa poco más de 1.300 kg, así que puedes imaginar que es un verdadero misil.
Un problema detrás de otro, con un «casi accidente» incluido
Pero en este caso, todas esas cifras espectaculares se han acabado diluyendo en un interminable número de problemas. Según explica su propietario al Handelsblatt, el Valkyrie ha pasado más tiempo en el taller que en la carretera. Con apenas unos kilómetros, comenzaron los avisos de fallo eléctrico en el sistema híbrido. Y eso fue sólo el principio.
También denuncia fallos relacionados con el sistema «Rocket Locker» del coche, que sirve para evitar que la suspensión hidráulica se quede sin presión cuando el coche se deja parado mucho tiempo. Su propietario dice que el sistema falló y el coche acabó en el suelo. Para solucionarlo, Aston Martin supuestamente quitó este sistema sin consentimiento del cliente. Y tras quitarlo, efectivamente el coche volvió a hundirse. Por si esto fuese poco, el cliente dice que el coche sufrió daños durante el transporte y las estancias en taller.
También le ha causado problemas el ruido del motor. Estadísticamente es poco probable que hayas conducido un Valkyrie, pero si has visto algún vídeo onboard, habrás comprobado que el ruido que llega al interior es absurdamente alto. Aston Martin entrega el coche con auriculares para que conductor y pasajero puedan comunicarse. Según este cliente, los micrófonos fallaron y esto provocó un aislamiento total del exterior que hizo que no pudiera escuchar una ambulancia que se aproximaba. Esto provocó una situación de peligro que casi acaba en accidente. Desde ese día, no ha vuelto a sacar el Valkyrie del garaje.
El cliente pide que le devuelvan el dinero, Aston Martin no cede
Después de dos años sin que consigan arreglar sus problemas ni darle una solución, la paciencia de este cliente ha llegado a su límite y ha decidido llevar a juicio a Aston Martin. Exige que le devuelvan íntegramente el dinero, pero el fabricante defiende que el coche está «en perfecto estado» y que los supuestos defectos no son tales.
Hablan de características propias de un coche extremo y de desgaste normal, a pesar de que el coche tiene actualmente 441 kilómetros solamente. Incluso acusan al propietario de manipular indebidamente el vehículo por su cuenta al cambiar las ruedas por su cuenta.
Según Aston Martin, «esperar una fiabilidad comparable a un coche convencional es no entender la naturaleza de estos hiperdeportivos». En la primera vista celebrada en el tribunal regional de Aquisgrán, el juez animó a ambas partes a llegar a un acuerdo. Aston Martin llegó a ofrecer dos coches nuevos a cambio del Valkyrie. El cliente se ha negado y asegura que sólo quiere disfrutarlo.
Imágenes del Aston Martin Valkyrie de Fernando Alonso
