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Vicios imperdonables: cómo afecta a tu coche que arranques en segunda (+Vídeo)

Vicios en la conducción hay muchos y de todos los tipos, pero aquellos relacionados con la caja de cambios y el cómo hacer uso de la misma suelen acarrear grandes problemas y aún más grandes facturas. Ante este panorama merece la pena descubrir qué es lo que le pasa a tu coche cuando inicias la marcha en segunda. Quizá por comodidad, quizá por desconocimiento, pero sin duda un vicio del que merece la pena saber sus consecuencias.

Antes de nada te damos unos consejos para alargar la vida de tu embrague y caja de cambios, también saber qué es lo que pasa cuando te saltas las marchas durante la conducción o cuáles son las consecuencia de la moda de conducir a bajas revoluciones. En definitiva todas modas y vicios que obviamente no son lo más adecuados para alargar la vida de tu coche.

Los sobreesfuerzos del embrague se pagan caros, y solucionarlo no es fácil ni barato

¿Y tú, eres de los que tiene el vicio de iniciar la marcha en segunda? Se trata de un vicio más común de lo que parece, especialmente por comodidad en aquellos coches donde la primera suele ser corta y apenas nos permite maniobrar e iniciar la marcha por unos metros. Pero hemos de tener en cuenta que arrancar en segunda relación supone un sobreesfuerzo para el embrague y la caja de cambios en rozamientos y vibraciones, pues al pasar por alto la primera relación, obligamos al embrague a «resbalar» sobre el volante de inercia por más tiempo y en mayor magnitud hasta que las revoluciones de motor y rueda consiguen sincronizarse. En primera relación también existe este instante de sufrimiento para el embrague, pero se produce por menos tiempo y el disco de embrague está diseñado para ser capaz de soportar esas vibraciones.

2 situaciones en las que sí podemos arrancar en segunda

Pese a que por regla general podemos desaconsejar el abusar de la segunda relación para iniciar la marcha, no es menos cierto que sí existen situaciones concretas donde podemos hacer uso de esta «fórmula». Una de ellas es arranques cuesta abajo en coches donde la primera relación es muy corta y nos obliga a cambiar a segunda muy rápido, en estas circunstancias el sufrimiento es mucho menor por lo que puede ser una solución cómoda y no perjudicial. La otra situación donde podemos decir que es incluso recomendable iniciar la marcha en segunda es en arranques sobre nieve o hielo, momentos donde ese inicio de marcha en segunda nos permite un arranque más gradual, mínimos esfuerzos para cambio y embrague debido al escaso agarre, con menos par llegando a la rueda y por lo tanto con un mayor control para esos primeros metros clave.

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