Elon Musk, CEO de Tesla, abandona la administración Trump tras 130 días como asesor del presidente estadounidense en materia de recorte de gastos y «eficiencia gubernamental». No es por distanciamiento entre Musk y Donald Trump, pero estaba escrito.
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca -por segunda vez-, Elon Musk entró a formar parte del ejecutivo como asesor del Departamento de Eficiencia Gubernamental. Un departamento hecho a medida cuyas siglas en inglés (DOGE) coinciden con el sticker de la criptomoneda «Dogecoin», una shitcoin basada en el meme del Shiba Inu con la que Musk ha especulado en más de una ocasión.
El objetivo de Musk era recortar el gasto público de Estados Unidos y reducir el tamaño de la administración. Desde su creación en enero, se calcula que ha recortado entre 260.000 y 270.000 empleos federales entre despidos, jubilaciones anticipadas y salidas voluntarias. Aun así, sólo ha conseguido ahorrar una pequeña parte de lo que pretendía.
También ha estado cargado de polémica. Uno de los puntos álgidos fue el ya famoso mensaje de Elon Musk a funcionarios del mismísimo Pentágono preguntando «¿Qué has hecho en la última semana?». Un portavoz de la inteligencia estadounidense frenó los pies a Musk y ordenó a los funcionarios que ignorasen el correo del multimillonario. No tenían que dar explicaciones.
¿Por qué se va Musk de la política?
Como decíamos al principio, estaba escrito. Literalmente. Y no es porque llamase «imbécil» públicamente al asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro. La marcha de Musk se veía venir a poco que uno sepa cómo se fraguó.
Trump colocó a dedo a Musk como asesor, pero técnicamente era un «Empleado especial del gobierno», o Special Government Employee. En Estados Unidos esta figura legal se refiere a personas que trabajan temporalmente para el Gobierno federal, normalmente durante 130 días o menos al año, prestando su experiencia sin abandonar su actividad en el sector privado.
Es una figura creada para permitir que expertos externos, como ejecutivos, ingenieros o científicos, asesoren a agencias gubernamentales sin caer en conflictos de interés graves. El periodo de 130 días de Musk como empleado especial del gobierno en la administración Trump expiraba el 30 de mayo. Por eso, ni más ni menos, se va Musk.
En el perfil de su red social X, Musk ha publicado un mensaje de agradecimiento al presidente Donald Trump: «A medida que mi periodo como Empleado Especial del Gobierno llega a su fin, me gustaría agradecer al Presidente Donald Trump la oportunidad de reducir el gasto innecesario. La misión de DOGE sólo se fortalecerá con el tiempo a medida que se convierta en una forma de vida en todo el gobierno».
As my scheduled time as a Special Government Employee comes to an end, I would like to thank President @realDonaldTrump for the opportunity to reduce wasteful spending.
The @DOGE mission will only strengthen over time as it becomes a way of life throughout the government.
— Elon Musk (@elonmusk) May 29, 2025
¿Volverá Musk a centrarse en Tesla?
Durante el tiempo que ha estado al frente del DOGE, los seguidores de la marca han criticado duramente el rol de Musk en política y los accionistas de la compañía han llegado a pedir que dejase el cargo. Por muy inteligente y capaz que sea Musk, la dejación de funciones con Tesla empezaba a ser evidente. Y eso es un tema delicado en el complicado contexto actual, con los fabricantes chinos apretando fuerte mientras Tesla tiene una gama que ha perdido frescura.
Musk tiene mucho trabajo en Tesla. La Cybertruck es poco menos que un fracaso y, tras el boom inicial, no consigue remontar cabeza y hacer buenos números.
El tantas veces prometido coche barato de Tesla, de 25.000 dólares, es el cuento de nunca acabar. Y algo similar ocurre con la conducción autónoma total. La conducción autónoma sigue siendo la baza de Tesla a futuro, y en esto sí está dedicando muchos recursos, pero no sólo no llega sino que el resto de su competencia sigue ganando terreno.