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El fracaso de Europa es pensar que la solución está en el coche precario

En los últimos meses han aumentado las voces que proponen un nuevo impulso en Europa a un tipo de coche que ahora mismo no tiene sitio en Europa, inspirado en Japón, y en sus exóticos kei car, y que yo hoy tengo a bien denominar como coche precario.

La inspiración en los coches kei-car japoneses

Los incentivos negativos de Europa. Basta salir a la calle, o mirar la oferta de coches nuevos, para contemplar que esos coches pequeños que antes arrasaban ya no se compran, directamente no se venden, y si lo hacen son mucho más caros. Son muchas las razones que nos han llevado a esta situación, empezando por las tendencias del mercado – sí, nos gusta comprar coches más grandes y más altos – y siguiendo por las regulaciones que han llevado a que vender coches pequeños sea menos rentable, o directamente no sea rentable.

En su lugar compramos coches cada vez más grandes, y pesados. De ahí que en la industria hayan surgido voces que apuntan a una solución inspirada en los kei-car japoneses. ¿Por qué no revitalizar ese mercado de automóviles modestos y sencillos? ¿Por qué no flexibilizar las regulaciones para permitir que este tipo de vehículos sea rentable?

Alec Issigonis junto al Austin Seven

Coches más racionales: sí

La idea de recuperar esos coches económicos, racionales, y compactos, de antaño, me encanta. Esa idea de racionalidad fue la que persiguió a Sir Alex Issigonis a concebir el Mini original. Casi nada. Estamos llenando las carreteras de coches innecesariamente grandes, altos, y pesados. Y han de existir soluciones que permitan conciliar la necesidad de coches pequeños, que puedan seguir siendo económicos y que por supuesto sigan siendo rentables.

Observo también con mucho interés la propuesta de flexibilizar todo lo que respecta a la regulación medioambiental para facilitar la viabilidad de estos coches pequeños. Ahora mismo disponemos de unas normativas que favorecen notablemente, por ser eléctrico, a un coche que puede ser muy grande, muy pesado, y con un coste medioambiental nada desdeñable, incluso beneficiándolo con importantes ayudas económicas, frente a un coche muy pequeño y de gasolina, que además requiere de complejos sistemas anticontaminación que han propiciado la desaparición de muchos coches del mercado.

Coches menos seguros: no

Me preocupa mucho más que se esté abogando por flexibilizar lo que respecta a la seguridad, es decir, menos exigencias en los sistemas de seguridad que deberían emplear estos automóviles para hacer que sean rentables. Según Lea Zuber, Portavoz de la Comisión Europea, desde la Comisión ya se están analizando algunas de estas peticiones que han llegado desde la Unión Europea (Automotive News).

También me preocupa que Europa piense que esta puede ser la solución para plantar cara a China, la de crear coches precarios, pensando que China no va a poder fabricar coches en estas condiciones que sigan siendo más competitivos – más baratos – que los europeos.

Vision lateral Citroën AMI 2025, diseño futurista y compacto.AMI de Citroën

Por último, recordar que el concepto de micro-coche en Europa ya existe. Y existe gracias a las categorías L6e (la que ocupa el Citroën AMI o el FIAT Topolino) y la categoría L7e, que debido a sus restricciones técnicas y de prestaciones (los primeros alcanzan hasta 45 km/h y los segundos hasta 90 km/h), ya tienen una gran flexibilidad en cuanto a permisos de conducción (los primeros pueden conducirse sin carné y desde los 15 años y para los segundos se espera introducir un carné B1 que ya está presente en algunos países europeos para permitir su conducción desde los 16 años) y en cuanto normativa de emisiones y seguridad (los primeros no requieren ni ABS, ni airbags).

Seguiremos muy atentos a las noticias que nos lleguen desde Bruselas.

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David Villarreal

En 2007 comenzaba su andadura en los medios en internet y en el mundo del motor. Dos años después David se unía a uno de los proyectos incipientes de la prensa del motor, el de Diariomotor. Seguir leyendo...

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