Seamos honestos, y que conste que no es esta la opinión del que escribe estas líneas, pero los coches deportivos, los de verdad, empiezan a estar mal vistos en una sociedad que cada vez quiere ser más amable e inclusiva: proporciones y formas ostentosas que incluso pueden molestar a quienes los observan por lo agresivo del conjunto, altas velocidades puntas y ruidosos motores los colocan como verdaderos fenómenos antisociales.
Es por esto mismo que muchos fabricantes están encontrando en los todoterreno una manera más eficaz de delegar la función de coche halo a un modelo en concreto y, además, de paso, también resultan ser más afines a los requerimientos de un sistema eléctrico. Por todo lo anterior los 4×4 viven un pequeño auge que es toda una alegría para los aficionados al todoterreno. De hecho, la vuelta de un nombre tan mítico como el del Mitsubishi Montero (o Pajero fuera de España) puede hacerse realidad, y con ello surge la esperanza que llegase a tener una versión como la que acompaña estas líneas.






Las imágenes que componen la galería superior son las de un Mitsubishi Pajero Evolution que, al igual que los Eclipse y Lancer Evo que hemos dado a conocer estos días, bien podría representar una alternativa más amable y apta para la electrificación que los dos deportivos japoneses.
Cabe mencionar, al igual que con las imágenes que dieron forma al artículo en el que hablábamos de los otros dos modelos, que no tienen carácter oficial. En este caso son recreaciones elaboradas desde un acertado punto de vista por el especialista Enoch Gonzalez, quien ha sabido dar forma a una perfecta reinterpretación en clave digital del Pajero Evolution que sirvió como base para homologar el Pajero para competir en la categoría T2 del Dakar en los 90.
Para darle forma, el artista digital ha acortado la carrocería del render que en un principio representaba al Pajero de carrocería larga. A ello se suman los característicos faros redondos auxiliares en el frontal, las aletas ensanchadas, una suspensión elevada que deja espacio para ruedas sobredimensionadas y un alerón trasero que homenajea al Pajero Evolution original. El resultado no es sólo una reinterpretación, sino casi una obra de arte. Sin más locura que la propia idea, es tal y como debería ser un Pajero Evolution de 2025 de producción y si llegase a materializarse exactamente así, los aficionados entrarían en éxtasis.
El Pajero Evolution original es, por tanto, un verdadero Homologation Special, un nicho al que sólo unos pocos coches tienen el privilegio de acceder mediante la ingeniería inversa: están diseñados desde cero como un verdadero coche de competición, con todos los requerimientos que ello conlleva, y se acaban descafeinando ligermente para ponerlos en la calles y llegar a la cuota mínima de matriculaciones que exija la fía, que en este caso era de 2.500 unidades.
Por una historia así, por cómo se gestó su proyecto y la repercusión y fama que se labró, es fácil comprender por qué el Pajero Evolution es una auténtica leyenda, y a día de hoy no podría ser concebido más que como un radical todoterreno como el Ford Bronco Raptor: no tendría origen en competición (salvo sorpresa) y odo parece indicar que las recreaciones de Enoch Gonzalez sólo quedarán como una muestra del interés de los aficionados en el modelo, ya que si resulta prácticamente un milagro que vayamos a ver un nuevo Pajero en 2025, se antojaría como todo un despropósito (en el buen sentido) que Mitsubishi se lance a la piscina y desarrolle una versión como la Evolution.
Recreaciones de Mitsubishi Pajero Evolution





