El sector del automóvil puede ser de los más complicados de los que dan forma al tejido industrial global. Partes móviles, seguridad activa y pasiva, todo tipo de tecnologías y hasta materiales de corte tradicional, todo ello conjugado en un sólo producto. Producir coches a gran escala no es fácil, más aún en este Siglo, con normativas cada vez más acuciantes y una feroz competencia que no deja margen de error.
Aun así, no son pocos los fabricantes que demostrando músculo industrial y tecnológico, se han hecho un hueco en el escenario. Más allá de Tesla, una de las entradas a la industria del automóvil que más ruido ha generado en los últimos años ha sido la de Xiaomi, quien va camino de culminar las 300.000 unidades producidas. Ahora, la marca ha hecho público los resultados del primer trimestre de 2025, revelando con ello cuánto genera con cada coche que produce.
Primeros SU7 saliendo de la línea de producción.
Imágenes del Xiaomi SU7






Cabe señalar que hasta la fecha el único coche con el que ha sobrevivido la marca es el Xiaomi SU7, una berlina del tamaño de un Porsche Taycan o un Audi A7 que de momento sólo se ha comercializado en China, que a su vez, a decir verdad, es el mercado en el que mayor alcance va a tener de todos. Estos días, además, hemos conocido los datos finales del YU7, el primer SUV de la marca, cuyas ventas darán comienzo este mismo mes.
Centrándonos en los números relativos a su división de automoción, hasta la fecha han sido, concretamente, 258.000 unidades las que se han producido del SU7, de las cuales 75.869 fueron entregadas únicamente durante el primer trimestre de 2025. Estas cifras se traducen en una evolución destacable frente al ritmo del año anterior, pues Xiaomi vendió poco más de 136.000 unidades a lo largo de todo 2024.
Durante este primer trimestre, los ingresos de su división de coches eléctricos inteligentes alcanzaron los 18.600 millones de yuanes (aproximadamente 2.380 millones de euros). La gran mayoría, 18.100 millones de yuanes (2.310 millones de euros), provino directamente de la venta de vehículos eléctricos, mientras que otros 500 millones (70 millones de euros) se atribuyen a negocios relacionados, como servicios, software o componentes.
El margen bruto de esta división ha sido del 23,2 %, un dato que refleja cierta solidez en el modelo operativo. Sin embargo, pese al buen volumen de ingresos, Xiaomi registró una pérdida operativa de 500 millones de yuanes (unos 64 millones de euros), lo que equivale a una pérdida media por unidad vendida de 6.500 yuanes, o lo que es lo mismo, 835 euros.
Aunque vender coches con pérdidas no es algo exclusivo de Xiaomi (lo normal es que los fabricantes lo hagan en su fase inicial), lo llamativo es la rapidez con la que la marca ha conseguido reducir esas cifras y llevarlas a prácticamente cero: y es que perder menos de 1.000 euros por coche en el segundo año de actividad no sólo es positivo, sino que es una verdadera muestra de fortaleza y saber hacer. En comparación con 2024, la pérdida media por vehículo vendido fue de 45.000 yuanes (5.780 euros), lo que supuso una pérdida neta anual de 6.200 millones de yuanes. La mejora entre ambos ejercicios resulta, cuanto menos, significativa e, insistimos, debería dar miedo al resto de fabricantes.
Estos números, para acabar, no prometen otra cosa que ir a más con el próximo modelo de la marca, que siendo un SUV hecho sobre la misma base que el SU7, debería dejar un mayor margen de beneficio y, por tanto, tal vez, llevar a la marca a tener un margen operativo positivo. Y es que, aunque el precio no ha sido confirmado oficialmente, se rumorea que podría partir de los unos 40.000 euros.
Imágenes del Xiaomi YU7





