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Los radares de ruido entran en acción y un BMW M3 tendrá que pagar 770 euros: ¿veremos algo así en España?

Los radares de ruido surgieron como una fórmula para reducir la contaminación acústica en las grandes ciudades. En Europa comienzan a ser frecuentes y en países como Estados Unidos ya son una realidad que ha sorprendido a muchos: un BMW M3 se ha convertido en una de las primeras víctimas de estos sistemas que, de momento, la DGT no tiene intención de instalar en las carreteras españolas a corto y medio plazo.

Durante mucho tiempo, Nueva York ha intentado tomar medidas contra los coches cuyos escapes han sido modificados. Las estrictas ordenanzas y leyes que imperan en la Gran Manzana y en sus alrededores no parecen haber funcionado, así que se ha lanzado un proyecto piloto que está empezando a cobrarse sus primeras víctimas. El fin de semana pasado, en un grupo de Facebook, se publicaba el aviso que había recibido el dueño de un BMW M3.

Pagar la multa y corregir el escape

La carta informaba al infractor de que una cámara de tráfico equipada con un medidor de ruido había registrado su matrícula porque había superado determinado nivel de decibelios incumpliendo, así, la ley. Le pide, además, que lleve su coche a un lugar especificado por el Departamento de Policía de Nueva York para inspeccionarlo: sólo si lo hace y corrige el escape, evitará la sanción de 875 dólares (770 euros, según el cambio actual). Una cifra que se puede incrementar si ignora la citación.

Tal y como informan los compañeros de Road and Track, estos radares de ruido forman parte de un programa piloto que se puso en marcha en septiembre de 2021. Funcionan como una cámara de velocidad: registran automáticamente una infracción leyendo la matrícula, pero en lugar de usar un radar que mide los km/h a los que circulas, emplean un medidor de sonido colocado estratégicamente para registrar el nivel de decibelios.

Bmw M3 Competititon Escape 02

La Ley ‘SLEEP’

Los que sí ha confirmado el Departamento de Policía de Nueva York es que no tiene nada que ver con la Ley ‘SLEEP’. Una norma que se aprobó en 2021 y con la que aumentaron las sanciones para aquellos vehículos cuyos escapes superan el nivel de ruido permitido: las multas pasaron de 150 a 1.000 dólares (132 / 880 euros) convirtiéndose en las más altas del país. No obstante, es legislación sólo castiga a los coches cuyo ruido se considera “excesivo o inusual” dejando a los agentes la labor de determinar qué es excesivo o inusual.

Por ahora, no se sabe cuáles son los límites que hacen saltar a estos radares de ruido neoyorkinos o cómo un sistema automatizado puede juzgar qué es excesivo o inusual. Tampoco está claro si tienen en cuenta que hay modelos que salen de fábrica equipados con sistemas cuyo nivel de sonido no es el habitual o si pueden distinguir un escape de otro estruendo fuerte. En junio este proyecto piloto será revisado, pero hasta entonces los conductores de Nueva York tendrán que tener cuido con la BSO de sus coches.

La situación en España

En España, como apuntábamos antes, no hay planes para instalar radares sonoros. Lo que sí están haciendo algunas comunidades autónomas es utilizar los cinemómetros que hay en sus carreteras para reducir el ruido procedente del tráfico rodado. ¿Cómo? Complementando la presencia de radares fijos con varios de tramo: no miden los decibelios, pero al limitar la velocidad y obligar a los vehículos a circular respetando determinados límites sí minimizan la contaminación acústica.

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