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El gran temor que generan las luces turquesa de Mercedes, ¿tiene sentido o es exagerado?

Mercedes anunció que había recibido autorización para comenzar a integrar unas luces diurnas de posición de color turquesa en sus vehículos en dos regiones de Estados Unidos. Estas permitirían indicar a los demás usuarios de la vía que el vehículo está siendo pilotado por sistema de conducción autónoma. A priori todo eran ventajas, pero ahora estas luces turquesa han suscitado un temor que podría hacer que fueran contraproducentes.

Las luces turquesa, mucho más que una iniciativa de Mercedes

Si bien es cierto que hay que dar a Mercedes todo el mérito de que esta iniciativa haya salido adelante y pueda convertirse en una referencia, también es verdad que la instalación de estas luces que avisan de la conducción autónoma forma parte de la propuesta de estándar SAE J3134 para los sistemas de conducción autónoma de Nivel 4 y Nivel 5.

Al igual que ha sucedido con otras propuestas anteriores, podría ser un camino a seguir para otros fabricantes como Tesla, BYD, y otros que ya han comenzado a dar pasos importantes en la conducción autónoma. Pero antes de que pase a formar parte de las normativas nacionales de cada entidad de seguridad vial, deben analizarse todos los aspectos. Y el último temor que ha surgido puede ser un problema para que estas luces se conviertan en un estándar.

Riesgo de animadversión para los coches autónomos

Y es que en Estados Unidos ya se han comenzado a ver ciertos «ataques» a conductores de vehículos eléctricos por parte de aquellos conductores más petrolhead que están en contra de las limitaciones que llegan a para los vehículos con motor de combustión. Ya es una práctica más o menos común el ver que un coche con motor de combustión, caracterizado precisamente por contar con un motor de alto consumo, pasa por delante de un coche eléctrico expulsando una nube de humo negro tras dar un acelerón. Existen múltiples reportajes y compilaciones de esta clase de sucesos en carreteras americanas.

Aunque las luces turquesa tienen como objetivo informar al resto de los usuarios de la vía de que el coche está en modo de conducción de autónoma, y esto puede ayudar a que otros prevean el comportamiento del vehículo, o incluso a que agentes de la autoridad no detengan o multen a un conductor que va utilizando el móvil o sin prestar atención completa a la carretera, también genera un riesgo en este sentido.

En caso de popularizarse, cualquiera podría saber que un vehículo está en modo de conducción autónoma. Esto generaría un problema si se fomenta cierta animadversión a esta clase de coches y empiezan a ser el foco de conducciones peligrosas a su alrededor.

Los riesgos del futuro de las luces turquesa

Por otro lado, ¿podrían convertirse estos vehículos en el objetivo de bandas organizadas? Al fin y al cabo, se puede llegar a conocer cómo va a actuar un vehículo en determinada situaciones de emergencia en carretera, y desde el exterior se puede saber que el conductor no está prestando la máxima atención a lo que sucede. Si hoy en día ya se producen robos de vehículos obligándolos a detenerse en la carretera cuando están conducidos por personas, cuanto ni más podría suceder esto cuando el coche está configurado para detenerse en caso de detectar un obstáculo y el conductor no está prestando toda la atención.

El objetivo de los sistemas de conducción autónoma es que algún día nos permitan olvidarnos de prestar atención a lo que sucede en la vía. Poner el coche en modo automático y echarnos una siesta para despertarnos con el coche parado y cuatro personas rodeándolo y exigiéndonos abandonarlo, son cosas que quizás hoy no habíamos creído que pudieran ser un problema de los coches autónomos pero que sí lo sean el día de mañana. Y las luces turquesa pasarían de ser algo útil y curioso, a una señal que avisa a los demás de que el coche es un blanco fácil.

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