¿Te atreverías a circular con tu coche a 400 metros de profundidad? En España llevamos años buscando la manera de crear un túnel que nos conecte con Marruecos bajo el Estrecho de Gibraltar, un viejo anhelo del que en Diariomotor hemos repasado sus vaivenes y planes en este especial sobre el enlace fijo del Estrecho, pero el proyecto se ha abandonado varias veces por el increíble despliegue técnico que exige.
Pues ahora vamos a tener un espejo en el que mirarnos, porque Noruega ya ha comenzado el megaproyecto que va a cambiar la forma de viajar para los noruegos (y los países vecinos). Un túnel de 27 kilómetros sumergido a casi 400 metros bajo el mar, cifras que por sí solas ya baten todos los registros. Y todavía hay más.
El túnel que batirá todos los récords
- 26-27 km de longitud y una cota de hasta 392 m bajo el nivel del mar
- Superará en ambición a obras icónicas como el Eurotúnel o San Gotardo
El proyecto se llama Rogfast y cuando esté terminado será uno de los grandes hitos de la ingeniería mundial. Por ambición y por cifras, dejará pequeño al Eurotúnel del Canal de la Mancha o a los pasos alpinos más célebres: en Europa tenemos obras impresionantes, pero ninguna se acerca a esta combinación de longitud y profundidad.
Nacerá en la costa suroeste de Noruega para conectar los distritos de Bokn y Randaberg. Hablamos de algo más de 26 kilómetros bajo el mar y, sobre todo, de un descenso hasta los 392 metros bajo el nivel del mar. Ningún túnel para tráfico rodado se ha acercado siquiera a esa cifra. Para que pongas la escala en perspectiva, así hablábamos en Diariomotor de otra megaobra submarina (China) destinada a batir récords por longitud, pero aquí el récord está en la profundidad y en el uso exclusivo para coches.
Lo mejor: el megaproyecto ya ha salido del plano. Han comenzado las excavaciones en roca bajo el lecho marino con maquinaria de última generación y equipos especializados. La configuración prevista contempla túneles gemelos con varios carriles, ventilación avanzada, refugios de emergencia, galerías de evacuación y un control de tráfico diseñado para soportar un caudal continuo en condiciones de presión extremas.
¿Y por qué en Noruega? La actual E39 conecta el norte y el sur del país durante más de 1.000 km, lo que hoy implica unas 21 horas de viaje y hasta siete ferris. La geografía es un espectáculo… y una tortura logística: cada fiordo obliga a embarcar. Rogfast es el primer golpe sobre la mesa de una estrategia para convertir esa diagonal costera en una ruta de alta eficiencia.
Así cambiará conducir por Noruega (y cuánto va a costar)
- Objetivo operativo en torno a 2033
- Menos ferris, menos tiempos muertos y una mejora clara para logística: el viaje bajará a 10 horas
La fecha objetivo que manejan los responsables es 2033. A partir de entonces, atravesar el país bajará a unas 10 horas —la mitad de lo que supone hoy— en el itinerario completo de la E39. Para ti, como conductor, eso se traduce en viajes más directos, previsibles y seguros, sin la ruptura de ritmo de cada embarque.
El efecto arrastre será enorme. Transporte de mercancías: rutas más rápidas y coste operativo menor. Sector turístico: ciudades costeras mejor conectadas, itinerarios más simples y calendarios menos dependientes de horarios de ferri o de la meteorología. En clave de país, es una palanca para cohesionar territorio y actividad económica a lo largo del litoral.
¿Cuánto pagarás? No será gratis
- 30 euros por trayecto
- El ahorro compensa
La Administración Noruega de Carreteras estima un peaje cercano a 30 € por trayecto. Aun así, la ecuación final compensa al sumar el ahorro en tiempo, combustible y billetes de ferri. La idea es que sea la opción más cómoda… y también la más barata cuando cuentas el viaje de punta a punta.
La obra nace, además, con movilidad eléctrica en mente. Cualquier vehículo —incluidos los EV— podrá circular con total seguridad, con sistemas de ventilación, detección y protocolos anticondensación adaptados. Si todo sale según el plan, Rogfast será un referente de sostenibilidad para otras infraestructuras europeas. Y aquí vuelve la pregunta inevitable: cuando llegue ese 2033, ¿habrá avanzado el proyecto del túnel intercontinental entre España y Marruecos que tantas veces hemos analizado y que recoge la última gran puesta al día del enlace del Estrecho?
Noruega ya ha encendido la mecha. A partir de aquí, cada kilómetro excavado es un recordatorio de que las megaobras que cambian nuestra manera de movernos siguen vivas. Y sí, esta vez vas a poder contarlo al volante.






