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Tras casi 300.000 km y 16 años abandonado, este motor demuestra la calidad de la ingeniería japonesa

El canal de YouTube de Flexiny es una de esas joyas que solo los petrolheads más acérrimos sabrán disfrutar. El propósito del canal es devolver a la vida, aunque sea momentáneamente, a coches que llevan años y años parados. Algunos de ellos consiguen salvarse, pero el Nissan 100NX que protagoniza este artículo no es el caso. Se dejó de usar en el año 2006, y ha estado 16 años a la intemperie en Estonia. Está oxidado hasta la médula y se cae a trozos, pero su corazón se niega a morir, demostrando la calidad de la ingeniería japonesa.

Cuando era nuevo, este pequeño coupé compacto presumía de uno de los motores Nissan más legendarios jamás creados, con permiso de los RB26DETT. Hablamos de un SR20DE, la versión atmosférica de un motor diseñado para soportar mucha más potencia, y que estuvo disponible también en versión turbo en coches tan icónicos como los Nissan Silvia. En el caso del Nissan 100NX, desarrollaba unos muy respetables 143 CV, y en su momento, gracias a un peso de 1.250 kilos, le permitía hacer un 0 a 100 km/h en poco más de ocho segundos.

Entre los rivales del Nissan 100NX estaba el Mazda MX-3, y su legado fue continuado por coches como el Ford Puma

Sin embargo, la época de gloria de este 100NX quedó atrás hace décadas. Ha estado abandonado a la intemperie, con durísimos inviernos de por medio, durante casi 20 años. El coche estaba hundido en la tierra, y al sacarlo de su letargo se han roto soportes del chasis y amortiguadores, podridos hasta la médula. El interior llevaba años expuesto a las incelemencias meteorológicas, y sus asientos estaban llenos de musgo, moho y suciedad. El estado del coche era ruinoso, pero Flexiny piensa que aun había esperanzas de vida en su mecánica.

El motor, en apariencia oxidado y cansado, aun tenía aceite en su cárter. Se eliminó la suciedad de las cámaras de combustión con aire comprimido, se liberó el sistema de cable del acelerador y se instaló una fuente de combustible fresco a partir de una garrafa. Se reutilizaron las bujías, ya que aun daban una buena chispa. Sin vacilar demasiado, y tras solo tres intentos – y unos golpecillos en los inyectores con un destornillador – el SR20DE carraspea, tose, se sacude y vuelve a la vida a trompicones.

Pese a estar podrido hasta la médula, este Nissan 100NX aun tenía signos claros de vida y fuerza

Lo hace sin humear, y tras unos segundos, manteniendo un ralentí mas o menos estable. Recordad, este coche llevaba años abandonado a la intemperie en un estado ruinoso. Gran parte del sistema eléctrico del coche aun funcionaba perfectamente – incluso el reostato de la instrumentación – y durante todo el proceso solo hubo que reinstalar una pieza suelta del árbol de levas. Una vez caliente, el motor sonaba más que adecuadamente y gracias a un escape podrido, sonaba francamente bien. Un último baile antes del viaje definitivo al desguace.

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