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Volkswagen también ha puesto fecha de caducidad a los coches diésel y gasolina

Intenso es el debate que se ha abierto estos días con respecto al fin de los motores de combustión interna, un debate que no es ajeno a Volkswagen. En Europa, cada vez existe mayor consenso al respecto de reducir al mínimo las ventas, y el parque de automóviles de coches que mantengan combustión interna, a mediados de este siglo. Pero el problema, sin duda, lo plantea el camino hasta llegar a ese punto, que a priori será complejo y costoso, tanto para los miembros de la Unión Europea, como para los fabricantes de coches, y que planteará grandes cambios en nuestros hábitos de consumo, como clientes, compradores y conductores de coches. Volkswagen también habría puesto fecha de caducidad al diésel y la gasolina, de manera que en 2026 llegará su última generación de automóviles de combustión interna. ¿Pero son suficientes estos plazos?

La última plataforma de combustión interna de Volkswagen

Según publica Bloomberg estos días, por conversaciones con Michael Jost, jefe de estrategia de la marca, el equipo de ingenieros de Volkswagen «está trabajando en la última plataforma de vehículos que no gozarán de un balance neutro de CO2«. Eso implicaría una «transición gradual hasta reducir los motores de combustión al mínimo absoluto».

La última plataforma de Volkswagen y motores de combustión interna, diésel y gasolina, llegará en 2026, lo que no sabemos es hasta cuándo seguirán fabricándose coches basados en estas tecnologías

Imágenes del Volkswagen I.D.CROZZ.

El fin de los diésel y gasolina requiere esfuerzos importantes

Herbert Diess, Presidente de la Junta de Administración del Grupo Volkswagen, precisamente apuntaba estos días a algunos de los retos que han de afrontar, reconociendo que «producir coches con un balance de CO2 neutral es solo una parte de la batalla» y que los «coches deben ser utilizados de una forma que garantice un balance neutro de C2«. Lo cual no solo implicaría utilizar coches eléctricos, sino también que la generación eléctrica esté libre de emisiones contaminantes.

Europa tendría que prescindir de fuentes de generación contaminantes y, sobre todo, de aquellas que aún quedan, también en Alemania, basadas en el carbón. Como ejemplo, y según el mix energético actual en Alemania, «se emiten, de media, 500 gramos de CO2 por cada kWh de electricidad que se genera».

Para conseguir sus objetivos Volkswagen invertirá alrededor de 44.000 millones de euros en los próximos años, en una transformación que muchos ya aseguran es tan importante, o más, que el salto que se produjo entre el Volkswagen Beetle y el Volkswagen Golf.

La transición hacia el coche eléctrico requerirá grandes esfuerzos, por parte de las administraciones públicas, los fabricantes y también los clientes, compradores y conductores de coches

Volkswagen Id Cargo Concept1

Imágenes del Volkswagen I.D. Buzz Cargo Concept.

¿Hasta cuándo habrá coches de Volkswagen diésel y gasolina?

Ahora bien, ¿son suficientes los plazos planteados por Volkswagen? ¿Qué significa que su última generación de plataformas y motores de combustión interna lleguen en 2026?

El hecho de que Volkswagen ya esté planteando el fin de los motores de combustión interna es un paso adelante enorme para la marca alemana. Un paso adelante tan importante como pensar en que ya están desarrollando su última generación de motores de combustión interna, lo que implicaría que, a partir de ahora, las inversiones más importantes se dedicarán al coche eléctrico, ya sea de baterías, o de pila de combustible.

En cualquier caso, que la última plataforma de combustión interna del Grupo Volkswagen llegue en 2026 también implica que Volkswagen, y las marcas del grupo, seguirán lanzando coches de gasolina y diésel durante los años que deseen mantenerla. De manera que Volkswagen no precipitará la transición de la combustión al coche eléctrico, sino que muy probablemente será el panorama que encuentren en sus principales mercados los que vayan haciendo que dicha plataforma quede obsoleta, que las nuevas plataformas eléctricas vayan ocupando su lugar progresivamente hasta ser la única opción, que en muchos mercados puedan seguir vendiendo coches de combustión interna más allá del ciclo comercial de un automóvil – que no suele superar los 8 años – y que, para entonces, ya estén amortizadas sus inversiones en la última plataforma de combustión interna, y en las plataformas eléctricas que se están desarrollando en estos momentos.

Imágenes del Volkswagen I.D. Vizzion en la siguiente galería:

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