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Tecmovia

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¿En qué se parecen un Rolls-Royce, una cocina y un cepillo de dientes?

Eléctricos, híbridos enchufables, extensores de rango… nos estamos acostumbrando a ver la imagen de un coche enchufado a la red eléctrica a través de un cable, como si fuera una tostadora. Pero si pensamos en coches de alta gama, es posible que a sus propietarios no les parezca demasiado elegante tener que desenrollar el cable y conectarlo cada noche en la semioscuridad del garaje.

El pasado marzo se presentó en público el Rolls-Royce 102 EX. Se trata de un vehículo experimental, en el que la marca pretende ensayar la posibilidad de electrificar su modelo más emblemático. Desde entonces, el debate se ha centrado en si el motor eléctrico encaja con la filosofía, tradición, herencia y espíritu de la marca. Todo muy británico y muy elegante.

El caso es que el mencionado vehículo presentaba un novedoso sistema para realizar la recarga sin necesidad de conexión física con la red (vamos, sin cables) como alternativa al enchufe que también incorpora. Se trata de un dispositivo circular que se sitúa en el suelo del garaje y que realiza la recarga sin tocar el coche; basta con posicionar el vehículo justo encima admitiendo, además, cierto margen de error.

El invento en cuestión no es tal invento, sino una más de las múltiples aplicaciones de la inducción electromagnética. Es el mismo principio en el que se basan las cocinas de inducción (aunque en éstas la corriente inducida sirve para calentar el fondo del recipiente, no para recargar nada) y también diversos dispositivos recargables al situarlos sobre una base en la que no hay nada metálico que haga contacto, como los cepillos de dientes eléctricos (se utiliza este sistema porque han de ser sumergibles y estancos).

Esto demuestra que, con la tecnología actual, podríamos recargar nuestro coche cada noche sin siquiera conectarlo a nada, casi sin darnos cuenta. Yo diría que el engorro del cable (que ahora nos parece todo un avance) dará paso a esta otra modalidad tan pronto como se generalicen las recargas nocturnas en el garaje.

Por cierto, creo que el motor eléctrico sí encaja perfectamente con la filosofía, tradición, herencia y espíritu de la marca. No puedo imaginar un vehículo más británico y elegante que un eléctrico que se desplace sin ruidos ni malos humos.

God Save the Queen!

Fuente: Rolls-Royce
En Tecmovia: Pininfarina diseña un árbol solar para recargar coches eléctricos

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