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La fidelidad a la marca cotiza a la baja, porque los gadgets cotizan al alza

Según una encuesta realizada por GfK Custom Research North America y circunscrita al mercado norteamericano, la preferencia por la actual marca de vehículo palidece ante la oferta de servicios como una mayor o mejor conectividad que otras marcas puedan ofrecer, especialmente a los compradores más jóvenes.

El desembarco de los nativos (y no tan nativos) digitales en los diferentes mercados es un fenómeno sociológico que las marcas de automóviles deberían conocer y tener muy en cuenta, si no quieren que les atropelle.

Puesto que el tiempo que pasamos en el coche resulta ser de conectividad bastante limitada, la carrera por la captación de clientes se librará probablemente en este campo de batalla

La fidelidad de los propios clientes es un tema capital para las marcas de coches. No en vano, se supone que han de invertir el doble para captar un comprador de otra marca que para mantener la lealtad de un usuario actual.

Hasta ahora, los clientes de un fabricante (en general) presentaban una fuerte tendencia a repetir en su siguiente selección de vehículo, pero esto podría estar cambiando a medida que más usuarios digitales se van convirtiendo en compradores de coches.

El porcentaje de conductores con intención de repetir ha bajado del 54% en 2001 al 49% en 2011. La caída no parece tan fuerte, pero está concentrada en la franja de edades más baja, lo que la convierte casi inmediatamente en tendencia a futuro. Eso es lo que da gran importancia al dato.

Los criterios tradicionales para seleccionar coche, como fiabilidad, comportamiento, confort o seguridad se dan ahora por supuestos y han cedido su lugar como factores decisivos a los sistemas de navegación, el control por voz o el acceso a radio a través de internet, por poner tres ejemplos. Los consumidores buscarán este equipamiento allí donde se lo puedan ofrecer, pero no necesariamente en la marca de su actual vehículo.

Parece una tendencia bastante natural, a mi entender. El boom de las redes sociales empieza a tener ya unos añitos y es evidente que (bajo una u otra fórmula) está aquí para quedarse.

Puesto que el tiempo que pasamos en el coche resulta ser de conectividad bastante limitada, especialmente con redes sociales pero en general con internet, la carrera por la captación de clientes se librará probablemente en este campo de batalla.

Señores fabricantes, ya saben lo que han de hacer.

Fuente: Edmunds Auto Observer
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