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Los ciegos ya pueden conducir, gracias a Google

La gente de Google está empeñada en que los coches conduzcan solos. Desde hace varios años, vienen desarrollando un ambicioso proyecto de conducción autónoma del que acaban de darnos una prueba fehaciente de su grado de avance; nada menos que un vídeo de un invidente «conduciendo» hasta una hamburguesería y una tintorería, dos cosas que jamás podría hacer solo en su propio coche. Hablamos de autonomía plena y de libertad total de movimientos.

Un invidente «conduciendo» hasta una hamburguesería y una tintorería, dos cosas que jamás podría hacer solo en su propio coche

El corto está concebido para mostrar de la manera más clara posible no solo el potencial de esta tecnología, sino el grado de avance en el que se encuentra actualmente. Pero no nos quedemos en la anécdota del ciego conduciendo un coche y vayamos un poco más allá con las inmensas implicaciones de la conducción autónoma que ni siquiera este vídeo logra reflejar.

Por supuesto que dar la posibilidad de desplazarse en coche a un ciego implica un avance inmenso. Existe un amplio espectro poblacional de personas que no pueden conducir por diferentes limitaciones y que podrían tener acceso a un nivel de autonomía no conocido hasta ahora, lo que sería una conquista impagable. Pero hay más.

Bajo mi punto de vista, un avance casi tan grande como el anterior sería el hecho de que todo el tiempo que vamos en un coche y que no nos estamos transportando a propósito se podría eliminar, y dejárselo al coche vacío. Si mi coche condujese solo, probablemente yo no bajaría al garaje a buscarlo sino que me recogería en la puerta de casa. Tampoco lo aparcaría jamás, sino que me bajaría en mi destino exacto, dejando que aparque donde sea más óptimo para recogerme a la vuelta.

Un montón de tiempo disponible se abre ante nuestros ojos… sin accidentes de tráfico y con muchos menos atascos y consumo energético

Posiblemente, tampoco conduciría hasta el túnel de lavado ni lo llevaría al taller, simplemente le daría instrucciones para que lo hiciese por sí mismo, con el consiguiente ahorro de tiempo y molestias por mi parte. En definitiva, todo el tiempo que permanecemos en un coche se reduciría al puro tiempo de transporte, por no hablar de las actividades que se podrían hacer mientras nos desplazamos, una vez que la conducción no requiere la intervención humana (trabajar, comunicarnos, jugar, leer…) Un montón de tiempo disponible se abre ante nuestros ojos… sin accidentes de tráfico y con muchos menos atascos y consumo energético.

El proyecto Google no ha llegado todavía hasta ahí pero, siendo ese el destino final, merece la pena el esfuerzo y confío en que pronto tengamos nuevas noticias de avances al respecto.

Que me perdonen los puristas de la conducción humana, pero esto es genial.

Fuente: Xataka
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