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Conducción autónoma Google y la invasión de la intimidad: ¿es este el próximo Gran Hermano?

Hemos hablado ya profusamente en estas páginas de la conducción autónoma que Google lleva años investigando y desarrollando. Parece estar lista para un lanzamiento al mercado no muy lejano, al menos desde un punto de vista técnico, pero nuevas propuestas tecnológicas de este calado implican el planteamiento de nuevos problemas que, hasta ahora, simplemente no existían.

¿Queremos que Google sepa también a dónde vamos en el mundo real?

Estamos acostumbrados a que nuestra actividad en Internet pueda ser más o menos rastreada por Google, que se ha convertido en una de las mayores empresas del mundo en base a manejar información para segmentar hasta el infinito el mercado de sus clientes, sean quienes sean. Según Consumer Whatchdog, la tecnología de conducción autónoma se convertirá en el ojo que todo lo ve de nuestras carreteras si la legislación no lo impide. ¿Queremos que Google sepa también a dónde vamos en el mundo real?

Consumer Watchdog se define como una organización americana no partidista y sin ánimo de lucro cuyo objetivo es defender los derechos del consumidor y del contribuyente en EE.UU. En este momento, es la voz que se levanta en contra de la libre utilización por Google de la información que, obviamente, se va a generar a partir del tráfico de sus vehículos autónomos. Hablamos del origen, recorrido y destino de cada uno de nuestros desplazamientos en coche, e incluso podríamos estar hablando de lo que se ve desde nuestro coche en cada momento y en todas direcciones. ¿El Gran Hermano de Orwell?

Oficialmente, Google pretende resolver un enorme reto técnico que mejoraría la calidad de vida de millones de personas, en base a incrementar la seguridad de sus desplazamientos, incrementar la fluidez del tráfico y, por su puesto, hacer nuestra vida más confortable y nuestro tiempo más aprovechable. A pesar de tan notables ventajas, una pregunta que cualquiera puede hacerse a partir de este planteamiento podría ser: ¿qué espera obtener Google de todo esto?

Hablamos del origen, recorrido y destino de cada uno de nuestros desplazamientos en coche

En la carta que CW dirige al portavoz de la Asamblea responsable de aprobar la legislación que permite circular este tipo de vehículos autopilotados en el estado de California, se plantea la pregunta en los siguientes términos:

«Sin la legislación adecuada, los vehículos de Google podrán recopilar una cantidad de información sin precedentes sobre el uso de esos mismos vehículos, ¿cómo piensan usarla? Igual que Google nos vigila en las autopistas de la información, lo hará ahora en cada autovía y en cada camino».

En definitiva, se plantean la posibilidad de que Google venda nuestros datos a diferentes compañías, los utilice para introducir anuncios en tiempo real dentro del vehículo, o simplemente para tenernos totalmente localizados con nombres y apellidos y utilizar la información con fines comerciales o cualquiera otros, basándose en lo que ya hacen en Internet. Puesto que el negocio de Google consiste en gestionar información, la duda parece más que razonable ante semejante banquete de datos.

La duda parece más que razonable ante semejante banquete de datos

El planteamiento de CW no implica una oposición a la tecnología en sí, sino simplemente la exigencia de que se prohíba la recopilación y almacenamiento de los datos generados por parte de Google ni de nadie para su utilización en tiempo real o posterior sin su consentimiento explícito. Este consentimiento tampoco podría ser la condición para acceder al servicio, sino una decisión opcional. Se trata de preservar el derecho a la intimidad, que parece estar quedando cada vez más difuminado en la era de los móviles, los GPS, las cámaras de seguridad y las redes sociales.

En mi modesta opinión, si pasamos de largo por este tipo de invasiones de la privacidad confiando en las buenas intenciones de cualquier compañía, probablemente llegará un día en que nos arrepentiremos de no haberle puesto límites desde un principio. Tal vez no nos parezca un problema hoy, tal vez no nos lo parezca mañana, pero será un problema algún día y entonces resultará muy difícil volver atrás semejante sistema universal de seguimiento…

…y después, ¿qué?

Fuente: Autopia | Consumer Watchdog | Texto completo de la carta de Consumer Watchdog
En Tecmovia: Conducción autónoma Google: “Lo más importante que un ordenador puede hacer en los próximos 10 años es conducir un coche” | Google ya cuenta con su primera licencia para coche autónomo

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