ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Tecmovia

7 MIN

Fiat nos introduce en una sesión técnica en los vehículos movidos por GLP

En los últimos años las adaptaciones de vehículos gasolina a Gas Licuado del Petróleo, GLP, han aumentado fruto del importante ahorro que supone repostar a 0’76 €/l frente a los precios de la gasolina que se acercan al doble del coste del GLP, también al incremento la conciencia eco. Sigue siendo un combustible minoritario en nuestro país, pero Fiat, con una amplia gama de modelos adaptados a este combustible y con la experiencia adquirida en otros mercados con este combustible está dispuesta a darle un empujón en España a los coches movidos por GLP.

Para conocer más a fondo este combustible, su funcionamiento, sus ventajas, qué cambia un coche de GLP frente a uno de gasolina y en definitiva, familiarizarnos con este tipo de mecánicas para conocer que ofrece un coche de GLP, empezando por repostajes a 0’76 €/l, Fiat nos invitó este pasado viernes a una jornada técnica sobre GLP en el centro que la firma tiene en Alcala De Henares.

España a la cola de vehículos movidos por GLP y estaciones de servicio para repostarlo

Comenzamos la jornada en el aula de formación desde donde pasaríamos más tarde a ver en directo el funcionamiento de un Fiat Punto movido por GLP. Allí, de la mano de Javier Abajo, formador técnico de la marca nos adentramos en una posible y económica alternativa a los motores de gasolina. Alternativa, que ya es la más utilizada globalmente con 15 millones de vehículos, 8 de ellos en Europa, según Fiat, donde se nota su influencia en Italia, con 1.780.000 vehículos movidos por este tipo de combustible. Italia, cuenta con 2.364 puntos de recarga de GLP, sorprendiendo la relación entre número de vehículos y estaciones de repostaje de GLP que existe en Alemania, donde hay 5.500 puntos de venta para 430.000 vehículos.

En España, estamos unos cuantos cientos de miles de vehículos por debajo, con 5.200 unidades y 70 puntos de venta de GLP, pero el sector está en expansión y se espera que para final de año existan ya 200 puntos de recarga, situándose en 2015 en 400 puntos.

Fiat achaca estas cifras reducidas en España a un impuesto especial de hidrocarburos de 0’44 €/l hasta 2003, cuando hoy es de 0’03 €/l. Por otro lado, este combustible solo se empleó hasta 2004 en transporte público y carretillas elevadoras, pero sobre todo, que hasta 2003, la instalación de sistemas de GLP en vehículos privados estaba prohibida. Por supuesto tampoco podemos pasar por alto el desconocimiento hacía este combustible.

Hemos visto las cifras del parque nacional, pero ¿qué es el GLP?

Antes de nada: no podemos confundir el GLP, Gas Licuado del Petróleo, del GNC, el Gas Natural. Se almacena a una presión de entre 3 y 10 bares, una presión baja si la comparamos con los 200 bar de funcionamiento del GNC, no contiene azufre ni plomo y su octanaje es superior al de la gasolina, con 103 octanos.

El GNC, se encuentra en la naturaleza, no es el resultado de un proceso como en el caso del GLP, tampoco posee impurezas, tiene un sistema más complejo al instalarse en el coche, pero tiene un poder calorífico menor, con el Gas Natural si se nota la reducción de potencia.

Emite menos CO2, a igualdad de condiciones, un coche gasolina que emite 139 g/km de CO2, el movido por GLP emitirá 119 g/km y su obtención llega al refinar la gasolina, por lo que es un derivado que en lugar de desecharse se puede aprovechar. Su poder calorífico es superior al de la gasolina de 98 octanos con 10.900 Kcal/Kg frente a las 10.400 Kcal/kg de la gasolina.

Este poder calorífico superior está compensado con la relación estequiométrica de aire/GLP mayor que en la gasolina (15,63 GLP – 14,7 Gasolina) Por lo que a pesar de la pérdida de potencia inicial, queda igualado gracias al mayor poder calorífico del GLP. Dando como resultado unas cifras totalmente parejas a las de un gasolina.

¿Qué difiere mecánicamente de un coche gasolina a un coche movido por GLP?

Mecánicamente un coche de GLP no renuncia a la gasolina. El vehículo movido por GLP recurre a un sistema tradicional de gasolina al que se le acompaña de la adaptación a GLP, pudiendo elegir en cada momento el usuario, a través de un botón en el salpicadero, si quiere desplazarse con gasolina o con GLP, arrancando siempre en gasolina para precalentar el motor.

El sistema mecánico del GLP queda configurado por el depósito, situado en la mayoría de los casos en el maletero, dentro del hueco de la rueda de repuesto y con una duración de 10 años, una centralita electrónica adicional, inyectores, un filtro, un indicador y un reductor de presión. Como veis, un complemento “sencillo” a la mecánica tradicional de gasolina.

Ventajas del GLP: menor coste al repostar, menos emisiones de CO2 y una combustión más limpia

Respecto a las ventajas que ofrece frente a la gasolina, el GLP ofrece una combustión más limpia sin generar residuos en la cámara de combustión. No supone una variación en la potencia como hemos visto y tampoco supone grandes cambios en el mantenimiento, sólo un filtro adicional cada 90.000 km.

La principal ventaja, además de la ecológica que supone la reducción de emisiones de CO2, llega desde el ahorro en el combustible, no por un menor consumo, al contrario, es ligeramente superior, sino por el menor coste de repostaje, a 0’76 €/l.

Su repostaje se produce en estado gaseoso y al alcanzar la presión de 7 bar en la que se almacena pasa a líquido. Debido al aumento de su volumen en función de la temperatura, el depósito nunca alcanza su nivel máximo, sino que se llena al 80%. Su llenado se realiza a través de una válvula específica y se precisa de un adaptador que varía en función del país, ahora ya con un sistema unificado en Europa.

Los vehículos movidos por GLP cuentan además con una ventaja en el impuesto de circulación que en el caso de Madrid es del 75%, así como descuentos en los peajes, en Cataluña del 30% de lunes a viernes, así como ayudas en función de la comunidad autónoma que deben ser solicitadas por el cliente.

Gama Fiat GLP: Punto, 500, Panda o Bravo listos desde fábrica para usar GLP

Además de poder recurrir a una adaptación de nuestro coche, si este es gasolina nunca diésel, Fiat ofrece una gama de modelos ya adaptados y listos para funcionar de serie con GLP entre los que nos encontramos con el Punto, el 500, el Panda y el Bravo.

Por citar dos ejemplos de los ofertados por la marca con estas motorizaciones, tenemos al Fiat 500 1.2 8v con el acabado Loungue y una potencia de 69 caballos por 15.250 euros, que aplicando descuentos se queda en 13.263 euros. Su consumo mixto es de 6.6 l/100 km, 1.6 l/00 km superior al homólogo de gasolina, pero a cambio tenemos que tener en cuenta el ahorro en los repostajes. Las emisiones de CO2 pasan de 119 g/km a 106 g/km.

El Fiat Punto de GLP, con el 1.4 8v de 77 caballos, el acabado Easy y la carrocería de 5 puertas, tiene un precio de 15.700 euros, que con descuentos se queda en 11.700 euros. Su consumo mixto respecto a la versión de gasolina incrementa en 1.3 l/100 km, hasta los 7 l/100 km, con unas emisiones de 114 g/km.

En Tecmovia: GLP, el combustible olvidado| GLP / Autogas [estado de la tecnología]

Cargando...