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El proyecto Red Bull Stratos finaliza con récords por todo lo alto

El equipo Red Bull Stratos, con Felix Baumgartner a la cabeza en el papel de saltador, ha logrado sus objetivos. Tal como adelantábamos hace unos días en un artículo sobre el proyecto Red Bull Stratos, su misión principal era romper una serie de récords entre los que el más llamativo era, probablemente, superar la velocidad del sonido en caída libre. Aunque los datos están aún pendientes de certificación, ya podemos afirmar que lo han logrado, en un salto no exento de suspense en el que Felix llegó a perder el control de la caída, como se aprecia claramente en las imágenes, dando vueltas en todas direcciones durante bastantes segundos.

Ha alcanzado los 1.342,8 km/h (Mach 1,24) y que le convierte en el primer hombre supersónico de la historia de la humanidad

En un increíble salto que hemos podido seguir en directo a través de Internet, Felix Baumgartner se ha lanzado al vacío desde 39.045m de altitud (unos 2.500m más de lo anunciado) en la que es la mayor altitud de la historia desde la que nadie se ha lanzado, ha realizado una caída libre de 36.529 m en un tiempo de 4 minutos y 20 segundos verticales antes de abrir su paracaídas, distancia que también es un nuevo récord aunque no la duración, y ha alcanzado en el punto de máxima velocidad la escalofriante cifra de 1.342,8 km/h, lo que supone Mach 1,24 y le convierte en el primer hombre supersónico de la historia de la humanidad. Antes de nada, veamos el vídeo.

Vamos con los récords. El anterior récord de altitud lo ostentaba desde 1.960 un tipo llamado Joe Kittinger, que por aquel entonces se había lanzado desde nada menos que 31.333 m de altitud y ha tenido la suerte de coordinar las comunicaciones con la cápsula durante la misión, formando parte del equipo en todo momento. Hoy ha quedado fijado en 39.045 m de altitud, pendiente aún de certificación a la hora de escribir este artículo.

El segundo récord superado es el de distancia recorrida en caída libre, que pertenecía al propio Joe Kittinger y ha quedado fijado en 36.529 m. Esta larguísima caída no ha sido suficiente, sin embargo, para batir el récord de tiempo en caída libre, que permanece en los 4 minutos y 36 segundos de Joe. Felix ha tardado 4 minutos y 20 segundos en abrir su paracaídas, ambos datos según la web de Red Bull Stratos.

Esta aparente contradicción entre tiempo de caída y distancia recorrida, por la que Felix ha recorrido mucha más distancia en menos tiempo, podría tener su explicación en que los primeros kilómetros son los que se recorren más deprisa (apenas cuentan para el tiempo) y donde se adquiere la velocidad supersónica, lo que le hace llegar a la zona de frenado donde la atmósfera empieza a ser algo más densa, bastante más rápido. Esta circunstancia, combinada con la aerodinámica de un traje de 1960 frente a otro de 2012 podrían explicar por qué una caída libre más larga en distancia ha sido también más breve en tiempo.

Felix Baumgartner se ha convertido en el primer hombre supersónico (sin nave) de la historia, al alcanzar los 1.342,8 km/h (Mach 1,24) de velocidad crítica

Por último, tal vez lo más importante, Felix Baumgartner se ha convertido en el primer hombre supersónico (sin nave) de la historia, al alcanzar los 1.342,8 km/h (Mach 1,24) de velocidad crítica antes de empezar a frenarse, lo que implica recorrer una distancia de 373 metros cada segundo. Este era, sin duda, el principal objetivo de la misión.

En la rueda de prensa ofrecida a última hora de la noche, hora española, Felix ha comentado que cuando se asomó para saltar, en su mente sólo había dos ideas: lo pequeños que somos cada uno de nosotros y el deseo de no morir. Vamos, que el récord a batir pasó a un segundo plano en ese instante. Ha comentado también que estaba totalmente exhausto cuando saltó, pues el día había sido ya larguísimo hasta ese momento (sólo el ascenso duró más de dos horas de alta tensión).

En su mente sólo había dos ideas: lo pequeños que somos cada uno de nosotros y el deseo de no morir

Con respecto a la sensación de romper la barrera del sonido, Felix se ha despachado con pasmosa sinceridad. La ausencia de referencias combinada con el traje presurizado, dentro del cual no se puede sentir el viento a esa altitud, convirtió la experiencia de velocidad en algo más bien neutro. No tenía ninguna sensación de velocidad, básicamente.

No tenía ninguna sensación de velocidad, básicamente

Esta falta de referencias físicas jugó también un papel decisivo en el aterrador tramo en el que pierde el control sobre su posición. Al no sentir el viento, le resultaba imposible saber hacia dónde estaba cayendo y retomar el control le llevó muchísimo tiempo.

Otra anécdota de la misión, que estuvo a punto de obligar a abortarla, fue la formación de vaho en el visor de su casco. Algún fallo en los sistemas de ventilación/calefacción de la cápsula o del traje provocaron esta pequeña película de humedad que dificultaba la visión (también pudimos darnos cuenta en directo de este hecho). A pesar de todo, decidieron seguir adelante.

Sólo nos queda dar la más sincera enhorabuena a este héroe moderno, que nos ha mantenido con el corazón en un puño frente al ordenador en esta tarde de domingo, 14 de Octubre de 2012.

Fuente: Redbullstratos
En Tecmovia: Red Bull Stratos: salto al vacío desde 36.500m y caída supersónica con traje espacial

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