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Red Bull Stratos: salto al vacío desde 36.500m y caída supersónica con traje espacial

El Señor Felix Baumgartner está a punto de saltar desde muy, muy alto. Se lanzará al vacío desde la estratosfera, en concreto desde 36.576 m, que viene siendo una altitud en la que la presión atmosférica es más o menos ninguna. Para realizar semejante hazaña, se necesita un cápsula presurizada, un globo de helio de 850.000 m3 de capacidad y 130 m de diámetro máximo, un traje de astronauta que abrigue bien a -50oC y disponer de tres horas libres en un día sin viento.

La idea es que abra la puerta y se deje caer de cabeza, como quien no quiere la cosa, para alcanzar la velocidad del sonido al cabo de unos 40 segundos

El propósito científico de la misión es ensayar mecanismos de emergencia para abandonar una hipotética nave espacial por la vía rápida. A día de hoy, si los astronautas de una estación suborbital se enfadan entre sí, no pueden decir «pues yo me bajo», pues no sería creíble. Si el experimento de Red Bull sale bien (y así lo deseamos), se abriría la posibilidad de decir «me voy» e incluso bajarse literalmente de una nave a decenas de kilómetros de altitud, sin más vehículo que un traje espacial, un paracaídas y una buena dosis de coraje.

La misión comienza con un ascenso de 36 kilómetros y medio en globo, que durará algo menos de 3 horas (los globos no son muy rápidos ascendiendo). Durante todo el trayecto, Felix irá dentro de un cápsula presurizada, protegido del frío extremo y la despresurización. En caso de emergencia (o si se lo piensa mejor) aún podría descender en la propia cápsula en lugar de saltar. Si eso sucediese, tendría todavía unos minutos para pensar una buena disculpa que contar a los patrocinadores antes tocar de tierra.

Puede convertirse en hombre supersónico más fácilmente que a ras de suelo, a «sólo» 1.110 km/h. Se lo han puesto fácil.

Una vez a 36.500 metros, la idea es que abra la puerta y se deje caer de cabeza, como quien no quiere la cosa, para alcanzar la velocidad del sonido al cabo de unos 40 segundos. A esa altitud, el sonido viaja a «sólo» 1.110 km/h, con lo que puede convertirse en hombre supersónico más fácilmente que a ras de suelo donde el sonido se desplaza algo más rápido, a unos 1.236 km/h. Vamos, que se lo han puesto fácil.

Una vez en caída libre, Félix disfrutará de 35 kilómetros verticales de excelentes vistas antes de abrir su paracaídas, que le hará descender más suavemente hasta tocar tierra. El aterrizaje tendrá lugar entre 15 y 20 minutos después de saltar… supongo que el tiempo depende del momento exacto en el que despliegue su paracaídas, no creo que pare por el camino esos 5 minutos de margen a tomarse algo.

Por si alguien se está preguntando cómo es posible abrir un paracaídas mientras caes a velocidad supersónica, la respuesta es que no es posible. Tampoco es posible alcanzar una velocidad supersónica en caída libre dentro de la troposfera (donde vive la gente normal) aunque sí en la estratosfera. La cuestión es que la densidad del aire es tan baja allá arriba que nada frenará la caída (por eso puede caer tan rápido) pero según vaya alcanzando capas más densas de aire, se irá frenando gradualmente hasta alcanzar la velocidad crítica de cualquier paracaidista, velocidad a la que sí es posible abrir un paracaídas sin morir en el intento.

La densidad del aire es tan baja allá arriba que nada frenará la caída

La lista de récords a batir incluye la mayor altitud alcanzada en globo, la mayor velocidad alcanzada en caída libre, la primera vez que un ser humano cruza la barrera del sonido sin nave ni motor, el mayor tiempo y distancia jamás empleado en caída libre y por supuesto, el salto al vacío más alto de la historia de la humanidad. Creo que me dejo alguno, pero se entiende la idea.

El salto se producirá, básicamente, cuando las condiciones meteorológicas lo permitan. De hecho, ya ha sido postpuesto varias veces a causa del viento, de modo que no podemos deciros exactamente cuándo sucederá, aunque parece que es inminente. Es posible seguirlo a través del enlace de Red Bull Stratos, que os facilitamos más abajo.

El proyecto (científico, publicitario o ambas cosas) es una chaladura de tal calibre que me he tomado la libertad de contarlo con un punto de humor, supongo que en parte porque casi no me puedo creer que vaya a hacerse realmente. Bromas aparte, existe un riesgo vital evidente para el Señor Baumgartner, que merece todo mi respeto y admiración y al que deseamos toda la suerte del mundo para que llegue abajo de una sola pieza.

Y estaremos aquí, encantados de contarlo.

Fuente: Redbullstratos
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