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¿Qué ha hecho el Bugatti Chiron para llegar a Estados Unidos con este horrible diseño de parachoques?

Cuando los diseñadores se proponen perfilar la estética de un coche, especialmente de un deportivo de altos vuelos, han de cumplir con unos requisitos muy estrictos que vienen impuestos por los ingenieros. Pero ahí no terminan las dificultades de un fabricante para crear un coche. También es necesario que este se adecue a unos requisitos que vienen impuestos por unas especificaciones técnicas de homologación, que sobre todo hacen especial hincapié en aspectos como la seguridad. Y aún existe un problema mayor, el hecho de que en diferentes mercados – como Europa y Estados Unidos – existan regulaciones propias que a menudo pueden romper por completo tu diseño. Y ese ha sido precisamente el caso del Bugatti Chiron. ¿Por qué llegará el Bugatti Chiron a Estados Unidos con este horrible diseño de parachoques?

El Bugatti Chiron, como cualquier turismo que llega al mercado estadounidense, ha de cumplir con unos requisitos técnicos muy concretos que afectan incluso al diseño de los parachoques de un coche

Como ya te estarás imaginando, el hecho de que el Bugatti Chiron llegue a Estados Unidos con un diseño de parachoques específico tiene que ver con esas homologaciones. Bugatti ha recurrido a una solución bastante socorrida, incluso diríamos que a un truco legal para cumplir a rajatabla con la normativa estadounidense. Tal y como contaban estos días en Road & Track, el Bugatti Chiron ha sido homologado en Estados Unidos con dos apéndices de goma adosados al parachoques trasero, tal y como lo veremos, y hasta ahora lo habíamos visto, en Europa.

Esta solución ha sido diseñada muy probablemente para cumplir con unas especificaciones concretas de resistencia a impactos a una determinada altura. Resumiéndolo muy brevemente, los turismos homologados en Estados Unidos han de resistir pequeños impactos a cierta altura (entre unos 40 y 50 centímetros), sin que sufran daños los faros o los pilotos traseros, el sistema de escape, el motor, las suspensiones, los frenos, etcétera. Para comprobarlo, se realiza una prueba de impacto a baja velocidad con un sistema pendular, que emula la colisión. La altura de estas piezas de goma nos invita a pensar que precisamente su objetivo era ese, el de resistir a estos impactos, y a esta prueba. Más información acerca de las homologaciones de los parachoques en Estados Unidos en la web de la NHTSA.

Por suerte, quien hace la ley hace la trampa. Aunque de serie los Bugatti Chiron lleguen a Estados Unidos con estas defensas, es muy probable que sus propietarios retiren inmediatamente esas piezas. Y es que, por suerte, la regulación de las modificaciones es más laxa que la homologación del turismo y permite que el propietario pueda realizar esta modificación sin perjuicio alguno. Y por fin pueda disfrutar de un Bugatti Chiron con la apariencia que también tendrá para los clientes europeos.

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