El mes de octubre es uno de los más importantes junto al de enero en el mundo de los rally-raids. Tras el verano, los pilotos se empiezan a preparar para una nueva edición del Rally Dakar y eso pasa precisamente por el Rally de Marruecos, que este año será la última cita del W2RC y que suele congregar a los principales actores que disputarán dentro de unos meses la prueba del off-road más famosa del planeta.
Si bien es cierto que el Rally que ha pasado la semana anterior por Portugal y España ya ha reunido a los equipos grandes, especialmente en la categoría de coches, Marruecos suele servir para que las estructuras pongan a punto sus coches especialmente sobre terreno blando. El país norteafricano ha sido tradicionalmente uno de los escenarios preferidos para hacer test, especialmente en el desarrollo de los coches, por lo que no ha sido extraño ver que algunos fabricantes ya se han desplazado allí incluso antes de la Baja a Marruecos y el posterior Rally valedero para el W2RC.
La última de ellas ha sido Defender, la cual se ha desplazado hasta territorio marroquí para poder seguir ultimando los detalles del Defender Dakar D7X-R, el coche con el que competirá la próxima temporada Stéphane Peterhansel, Roas Baciuska y Sara Price dentro de la categoría T2, ahora conocida simplemente como Stock.
Y es que es importante especialmente para un vehículo derivado de la serie (en este caso de la versión del Defender OCTA de producción, de la que toma el chasis, la transmisión y el motor V8 biturbo de 4.4 litros que de serie genera 635 caballos de potencia y 800 Nm de par) prepararse para un reto como es el de competir en el Dakar.
Este último punto es lo que llevó a que la categoría T2 haya ido perdiendo terreno frente a la llegada de los Side-By-Side: más competitivos, más económicos de hacer competir y con más opciones de llegar a la meta porque por sus características, tradicionalmente los prototipos o T3 están mucho más preparados para este tipo de competiciones.
Ya con Ian James, al frente en su cargo de Managing Director de JLR Motorsport (ex McLaren Racing), las unidades del Defender Dakar D7X-R se han preparado a conciencia en el Sahara para poder estar listos para lo que será su debut y a la vez su prueba de fuego: el Rally Dakar 2026. Y es que nunca ha sido fácil debutar directamente en la carrera grande, por lo que el equipo está acelerando su preparación de cara a estar lo mejor preparados posibles no solo para el Rally-Raid organizado por ASO, sino también para las cuatro pruebas restantes del W2RC en las que participarán dos de las tres unidades de fábrica.
Si los equipos del WEC suelen hacer sesiones de test ininterrumpidas de 32 o 36 horas para prepararse de cara a las 24 Horas de Le Mans, el equipo Defender Rally completó en Erfoud lo equivalente a la cantidad de kilómetros que tendrán las etapas de la próxima edición del Dakar. Los tres meses que restan para el inicio en Yanbu ya han comenzado a descontar y el tiempo… vuela.
Contamos con un equipo establecido de personal especializado y pilotos de talla mundial, y el primer vehículo Defender Dakar D7X-R de competición ya está demostrando de lo que es capaz en el desierto, por lo que tengo muchas ganas de participar en los próximos pasos de los amplios preparativos para el Dakar de enero. Aún tenemos mucho trabajo por delante, pero estamos decididos a lograr que 2026 sea un año memorable para la marca Defender en el Campeonato del Mundo de Rally-Raid – Ian James
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