El Mundial de Fórmula 1 acomete su minitemporada europea en verano con la llegada a dos circuitos tan distintos como Le Castellet y en apenas una semana, Spielberg, con un Gran Premio de Austria (del 28 al 30 de junio) que si bien tampoco destaca por una configuración con muchas curvas, es cierto que destaca por sus largas rectas, por su primer sector con grandes diferencias de alturas y curvas de tracción y por un último sector más fluído en el que será muy impotante no ir más allá de los límites de pista.
La novena cita ya ha elegido compuestos, con Pirelli Motorsport enviando al Red Bull Ring los productos C2, C3 y C4, la misma que se empleará este fin de semana en Paul Ricard, aprovechando que el asfalto de ambos trazados no es el más abrasivo y a pesar de los problemas que tuvieron en el pasado las gomas del fabricante italiano en la pista austriaca. Obviamente con ‘estos caballos disponibles’, la elección mayoritaria entre los pilotos se centra en el compuesto más blando, el C4, que será el encargado de vestirse de rojo y que aun así ha arrojado grandes divergencias de elección entre los pilotos.
La mayoría han elegido nueve juegos del C4, sin embargo, Scuderia Ferrari, Racing Point F1 Team y Max Verstappen se han decantado por una elección distinta, que han optado en este caso por siete, lo cual deja entrever que la Scuderia tiene confianza de poder poner en temperatura las gomas en el circuito, mientras que Mercedes-AMG apuesta por una estrategia más agresiva. Vettel contará con cuatro juegos de medios y Leclerc con cinco (el que más ha elegido), por lo que parece que este será el segundo neumático elegido para la carrera para prácticamente todos.
Debemos recordar que el año pasado no hubo grandes diferencias en cuanto a la vuelta rápida entre el Soft y el Supersoft, consiguiendo el compuesto medio realizar sitnts tan largos como el duro. En el caso de Max Verstappen, ganó saliendo con el Ultrasoft y cambiando al neumático más duro en la 15ª vuelta de carrera.
