El debut del equipo Prema en la IndyCar coincidió con la entrada en vigencia del sistema chárter en la categoría, por lo que su participación quedó aprobada pero no podrá acceder a los premios en metálico que se entregan por los puntos alcanzados en la temporada. Si el campeonato finalizara hoy mismo, Prema recibiría un millón de dólares porque Callum Illott está ubicado en el puesto 22 de la tabla de pilotos, pero no será así a pesar del gran esfuerzo del piloto británico. Solamente Penske Entertainment Corp. considera a diez equipos registrados porque firmaron un pacto unidireccional con el emporio estadounidense, para entonces Prema no había asegurado su participación y ahora sus propietarios observan que las finanzas están en rojo en lo que respecta a su iniciativa americana.
Para lanzarse a esta aventura, Prema Racing construyó una base de operaciones en Indiana y adquirió monoplazas y equipos completamente nuevos. Por tal razón, al no ser rentable el primer año en la IndyCar, la organización se ha visto en la necesidad de buscar un socio o patrocinador que invierta capital para afrontar los gastos operativos pautados para 2026. Este año Robert Shwartzman y Callum Ilott están representando al equipo italiano que posee una sólida reputación en Europa, pero ha visto que en Estados Unidos la dinámica de las carreras es distinta, inclusive no es fácil encontrar a un gran patrocinador porque el impacto mediático de la IndyCar es regional, lo que limita el interés de grandes empresas.
Si bien Shwartzman largó desde la pole position en las 500 Millas de Indianápolis, Prema Racing no obtuvo mayores beneficios de esa proeza que el reconocimiento público. El actual proyecto es responsabilidad de René Rosin y de Deborah Mayer, quien está también financiando el programa Iron Dames. El problema para ambos es que los millones de dólares que invirtieron, y constituyen la base financiera del equipo, no parecen retornar a corto y mediano plazo, así que corren el riesgo de seguir perdiendo dinero, lo que puede originar que alguno de los socios no quiera seguir a bordo. Aunque parezca sencillo, encontrar un socio en la IndyCar no es fácil, equipos como Ed Carpenter Racing, Dale Coyne Racing y Juncos Hollinger Racing han estado caminando sobre la cuerda floja durante un buen tiempo al no hallar financiamiento. Ahora Prema debe encontrar a un socio con intereses en Estados Unidos que quiera apostar fuerte por un equipo de bandera italiana.
Vía RACER