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Gales también pasa a estar en duda y el WRC puede evaluar alternativas

Misión imposible. El anuncio la semana pasada de la cancelación definitiva del Rally de Finlandia era un golpe muy duro a las pretensiones del campeonato. No solo por el hecho de perder a una de las pruebas más icónicas, sino que por el camino también se quedaba de forma sorprendente una de las citas que parecía que tenía más opciones de disputarse. Si Nueva Zelanda parecía que estaba cantado por los altos costes logísticos que suponía, las últimas informaciones provenientes de las islas británicas han terminado por hacer sonar todas las alarmas.

Ya desde hace unas semanas, desde Gales apuntaron a una estrategia en la que se desaconsejaba la llegada del turismo en los próximos meses. El eslogan de “ven a visitarnos un poco más adelante” obviamente confrontaba la idea de plantearse una prueba mundialista y llamar a que los aficionados del resto de países acudieran a ver a los World Rally Cars entre bosques. Esta situación no parece haber cambiado, y mientras que Boris Johnson ha allanado la opción de que la Fórmula 1 visite Gran Bretaña en agosto, el primer ministro de Gales, Mark Drakeford, sigue sin mostrarse muy convencido. Lo peor de todo, sin alojamientos hosteleros, habría que buscar otras opciones para dar cabida a los equipos.

No he renunciado a la idea de que podamos rescatar algunas partes limitadas de la temporada turística, aunque todavía no estamos allí para poder tomar esas decisiones. La mejor esperanza es que podamos permitir que la gente regrese a visitar Gales en un alojamiento completamente autónomo, en el que, de hecho, podría estar aislado si fuera necesario, si enfermase no estaría representando un riesgo adicional para los demás – Mark Drakeford

El esperado repunte otoñal en Europa no es un miedo que se tomen a la ligera en Gales, sabedores de que con su climatología y con menos horas de luz el virus puede encontrarse mucho más cómodo. Todo ello hace presagiar que en los próximos días se dé a conocer que la edición de este año del RAC, la cual estaba programado para celebrarse del 29 de octubre al 1 de noviembre, será finalmente cancelada, dejando al WRC al borde de no poder cumplir con las siete pruebas que Yves Matton se fijó para declarar un Campeón del Mundo en 2020.

Si Cerdeña podría hacer un esfuerzo para encontrar una fecha, con Turquía, Alemania y Japón todavía sobre el plan, quedarse sin Gales dejaría el calendario al borde del colapso, ya con Nueva Zelanda, Portugal, Finlandia y Safari cancelados. Según los últimos rumores, la FIA estaría trabajando en posibles alternativas, a buen seguro citas europeas y con experiencia dentro del Mundial de Rallyes. Obviamente todo el mundo pensaría en el Rally de Catalunya o en alguna cita en Francia, en carreteras ya conocidas y haciendo un esfuerzo económico por todas las partes. Para 2021 la situación es también compleja, el calendario caerá de las 14 pruebas a previsiblemente una docena, algo que en teoría debería dejar en suspenso el sistema de rotación por una configuración más de supervivencia.

La posición de la Comisión WRC es que debe ser posible celebrar competiciones lo antes posible y que los organizadores de la competición deben hacer todo lo posible para eliminar las restricciones. Sin embargo, esto no está en manos de los organizadores. En muchos países, como Finlandia, el gobierno decide las restricciones – Timo Rautiainenvicepresidente de la Comisión de Rallyes de la FIA

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