En plena era de los coches eléctricos, Volkswagen apuesta por el diésel… renovable. La marca alemana ha desarrollado motores que son capaces de utilizar combustibles adaptados con los que podría reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) entre un 70 y un 95% si lo comparamos con el diésel convencional. Así es el gasóleo renovable o parafínico.
Como otras tantas marcas, Volkswagen ha centrado parte de sus esfuerzos en aumentar su oferta de coches eléctricos creando, incluso, una gama específica bajo el nombre ID. Con esta estrategia queda claro que la marca alemana está buscando diferentes formas de reducir su huella de carbono para cumplir su objetivo de ser neutra en 2050.
Y dentro de esas diferentes metodologías nos encontramos con un enfoque distinto al de muchos de sus competidores que han apostado por convertirse en marcas completamente eléctricas dejando de lado la gasolina y el diésel, sobre todo este último desde el escándalo del Dieselgate. Volkswagen aumentará la proporción de coches eléctricos vendidos a más del 70% en Europa para 2030: un porcentaje que deja claro que hay sitio para los combustibles tradicionales.
¿Qué es el diésel renovable o parafínico?
Parece que los de Wolfsburgo seguirán desarrollando su gama de motores de combustión para responder a las diferentes necesidades de los clientes. Así las cosas, todos los modelos de Volkswagen que han sido entregados desde junio y emplean motores de cuatro cilindros TDI podrían utilizarse con diésel parafínico, un combustible de reciente desarrollo que contiene biocomponentes.

La pregunta es inevitable: ¿qué es el diésel parafínico? Los carburantes parafínicos o renovables están hechos a partir de materiales biológicos residuales, de desecho o de bioaceites entre los que se encuentran los aceites vegetales, los procedentes de algas, de la pirolisis o las grasas animales.
Mediante una reacción con hidrógeno se convierten en hidrocarburos en las refinerías de petróleo. Ese combustible renovable se mezcla con el derivado del petróleo en un proceso llamado hidrogenación: el resultado es el diésel renovable. Éste se puede usar directamente o se puede combinar con el diésel que nace del petróleo para crear, una vez más, este combustible adaptado.

Power-to-Liquid (PtL)
Thoma Garbe, responsable del área de carburantes de Volkswagen, ha apuntado que con estos productos sostenibles la marca hace posible que “clientes de toda Europa puedan reducir sus emisiones de dióxido de carbono”. No será la única alternativa que ofrecerán: en un futuro llegarán otros carburantes electrónicos como el Power-to-Liquid (PtL), que se produce a partir de fuentes regenerativas utilizando CO2 y electricidad.